Irak
Alrededor de 120 muertos y más de 150 heridos en la celebración de una boda, en un pueblo al norte de Irak. Las primeras investigaciones apuntan a que el incendio pudo comenzar debido a unos fuegos artificiales.
Más de un millar de invitados han asistido a la celebración de una boda en un salón de fiestas en Al Hamdaniya, un pueblo al norte de Irak. Un incendio arrasó el local en minutos.
Durante el evento, una cámara captó el momento en el que la pareja comienza a hacer el baile nupcial y las llamas empiezan a caer del techo, junto con trozos del propio tejado, que acabaron sepultando a muchos de los asistentes que se encontraban allí.
Los invitados corrieron despavoridos hacia las inmediaciones del evento, y pese a la rapidez con la que actuaron los servicios de emergencia, ya se han contabilizado más de 120 fallecidos y unos 450 heridos con cortes y quemaduras. Entre los fallecidos se encuentra la novia, mientras que el novio ha podido salvar la vida.
Según las primeras investigaciones, el incendio se produjo cuando lanzaron fuegos artificiales dentro del local, sin tener en cuenta la presencia de paneles prefabricados altamente inflamables, que no cumplían las normas de seguridad, lo provocó que todo ardiera en apenas unos minutos. Tampoco contaba con una salida de emergencia, por lo que se convirtió en una trampa mortal para todos los asistentes.
"Toda la sala era de corcho y tela, así que el techo cayó sobre los invitados y nadie pudo escapar", declara uno de los asistentes.
Entre los restos calcinados del edificio, familiares de los asistentes siguen buscando a sus seres queridos, intentando soportar el dolor que esto implica. "Estamos buscando pero no hay nada, no están los cuerpo", declaraba un hombre. Otro varón, que ha perdido a su mujer y su hermano y dos de sus hijas están desaparecidas gritaba desesperado: "Si hubiera habido un extintor lo hubiéramos utilizado". Decenas de voluntarios y familiares se han reunido para donar sangre y colaborar con las autoridades. El novio que ha salido con vida del incendio, no solo ha enterrado a su mujer, sino que también ha perdido a casi toda su familia.
Las autoridades iraquíes han decretado tres días de luto oficial y han ordenado la detención de los dueños del local, que incumplía todas las medidas de seguridad, algo que los dos recién casados no sabían.