Guerra Israel
Las imágenes que deja la guerra son desoladoras. "Esto es un genocidio. Nos tienen aislados del mundo", sostiene una periodista desde Gaza.
Más de 1.200 muertos en Israel por el ataque de Hamás y cerca de 4.000 heridos. Datos nada esperanzadores, que son la cruda realidad de una situación crítica. Quinto día de guerra y los bombardeos israelíes en Gaza dejan ya 950 muertos y, al menos, 5.000 heridos. Israel ha puesto en alerta el norte del país ante posibles incursiones desde el Líbano. Mientras tanto, continúa atacando objetivos en Gaza. Entre las imágenes desoladoras que llegan, es posible ver la del momento en el que el ejército israelí bombardea la Universidad Islámica. Varios proyectiles han impactado en un edificio, provocando que quede totalmente reducido a cenizas. Israel ha denunciado que Hamás había convertido la universidad en un centro de operaciones militares.
Entre las noticias de este miércoles, la de que el Gobierno de Israel y la oposición han pactado formar un gobierno de unidad nacional, en el que Benjamín Netanyahu se apoya para encarar el mayor conflicto desde hace 50 años. Mientras se conoce esta decisión, la escalada de incidentes bélicos en la frontera con Líbano amenaza con abrir un nuevo frente para el ejército en el peor momento posible.
Durante esta jornada, se han podido ver las imágenes del momento en el que las sirenas suenan en Haifa y la respuesta de la población civil es correr a los refugios. Medios locales aseguraban que Hezbolá habría cruzado la frontera con Líbano y accedido a territorio israelí, sin embargo, es una falsa alarma. Aún así, la amenaza de una incursión de la milicia proiraní eleva al máximo la alerta en la zona. En el centro y el sur de Israel, los misiles de Hamás son los que provocan verdaderas escenas de pánico. En la capital, Tel Aviv, incluso el ministro de exteriores británico que estaba de visita en la zona se ha visto obligado a buscar refugio.
Cuando las sirenas dejan de sonar, es cuando aprovechan para enterrar y velar a los muertos, así como para cavar más tumbas en los cementerios. También hay voluntarios haciendo coronas de flores. La cara dura de esta guerra es, a su vez, las decenas de miles de reservistas que regresan a casa para defender su país.
El día a día en Gaza también asusta. Las ONGs denuncian que el bloqueo asfixia a la población. Quedan provisiones para muy pocos días. Estados Unidos, Egipto e Israel ya negocian la apertura de un corredor humanitario en la frontera egipcia. Gaza ya se ha quedado sin electricidad. La falta de combustible en la última central eléctrica en funcionamiento deja totalmente a oscuras a los centros hospitalarios, a los centros de salud y a los hogares. Es una situación catastrófica en medio de los bombardeos. "Esto es un genocidio. Nos tienen aislados del mundo", comenta una periodista desde Gaza.
El Ejército israelí ataca con incesantes bombardeos sobre 2.687 objetivos, muchos de ellos pertenecen a estructuras milicianas, pero también hay viviendas, mezquitas y otras instalaciones civiles. Desde el inicio de la contraofensiva, ya se han dañado 14 centros médicos y, lo más trágico, diez médicos han muerto. Sin luz, sin medicinas, sin material médico, los hospitales se encuentran absolutamente desbordados. "Nuestra capacidad está al límite y sólo podemos intentar mantener las vidas de los heridos", explicaba a EFE el doctor Medhat Abás, portavoz del Complejo Médico Al Shifa, que es el hospital más grande de la ciudad de Gaza.
Entre la desolación, cada vez mas datos que dejan poco lugar a la esperanza: al menos 11 trabajadores de la ONU han muerto en bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza.