Slim Amamou
La revolución de los jazmines llevaba tiempo gestándose en la mente de los jóvenes tunecinos. Pero fue la muerte de un ingeniero informático que se quemó a lo bonzo por no encontrar trabajo lo que desató las protestas. Son cantos de libertad de un pueblo reprimido en los que Internet y las redes sociales han tenido un papel decisivo.
Una de las voces de esta revuelta es la de Slim, el bloguero más crítico con Ben Alí. De hecho estuvo en prisión días antes de la caída del dictador, acusado de sabotear varias webs estatales. Ahora ha entrado en el gobierno provisional de Túnez. Como secretario de estado de deporte y juventud ha prometido libertad de expresión.
Y si esta revuelta tiene una banda sonora, es la música del General, el rapero que se atrevió a cantar lo que los jóvenes pensaban: el pueblo está muriendo. Un mensaje que seguirá vivo, en cada manifestación, hasta borrar de Túnez las huellas de Ben Alí.