BlackOut Tuesday
La cantante Beyoncé ha condenado en su cuenta de Instagram la muerte de George Floyd, que falleció por asfixia debido a la presión que Derek Chauvin ejerció sobre su cuello:
“Necesitamos justicia para George Floyd. Todos hemos visto este asesinato a plena luz del día. Estamos rotos y enfadados. No podemos normalizar este dolor. No estoy hablando solo para personas de color: si eres blanco, negro o cualquier cosa, estoy segura de que te sientes desesperado por el racismo que está teniendo lugar en EEUU ahora mismo. No más asesinatos de seres humanos, ningún negro tratado como alguien inferior”.
“No podemos mirar hacia otro lado. George Floyd es parte de nuestra familia, porque es un estadounidense más. Hemos visto demasiadas veces estos asesinatos violentos sin que tengan consecuencias. Sí, ha habido acusados, pero la justicia aún queda lejos. Por favor, firmad las peticiones, seguid rezando para que la paz y la compasión hagan sanar a nuestro país. Muchas gracias”.
Apagón musical como condena al racismo
Las palabras de Beyoncé se enmarcan dentro de un apagón musical que se realiza durante este martes, promovido por compañías diversas discográficas estadounidense, como respuesta a la muerte de George Floyd.
La iniciativa consiste en no transmitir música a través de sus canales oficiales, ni realizar estrenos, ni compartir publicaciones durante todo el día como condena al racismo y el abuso policial.
Este parón ha sido impulsado bajo el hastag #TheShowMustBePaused y enfatiza en que no se trata de un día de descanso, sino en “un día para desconectarse del trabajo para escuchar a las voces de aquellas personas cuyas vidas han sido afectadas por el racismo y la injusticia, y para centrarnos en la responsabilidad y la transformación”.
9 minutos de parón en las televisiones
También, algunas cadenas de televisión han querido sumarse a esta iniciativa, cortando su emisión con el mensaje “No puedo respirar”.
Lo han hecho durante 9 minutos, el tiempo que George Floyd pasó agonizando mientras el agente de policía le clavaba la rodilla en el cuello.