Rusia
Vladimir Putin recupera el control de la narrativa, aunque el Kremlin se muestra más debilitado con la rebelión de los mercenarios de Wagner.
Rusia se ha enfrentado durante las últimas horas a una rebelión. El Grupo Wagner se ha rebelado contra el régimen de Putin y se dirigía hacia Moscú, pero no llegaron a entrar en la capital rusa. Vladimir Putin ha dado un ultimátum a los mercernarios: unirse al Ejército o ir a Bielorrusia.
"En una guerra, del máximo líder político lo que se espera son dos cosas: que solucione en el frente de batalla todos los problemas logísticos-industriales y, por otro, que mantenga el consenso político alrededor de la intervención", explica el profesor de Política de Seguridad Internacional, Bernardo Navazo. "Lo que sabemos después de un año de guerra es que ha fallado en los dos", añade.
Y es que esta no era la primera vez que el líder de Wagner arremetía contra el presidente ruso. Ya amenazó con retirarse del frente si no llegaba a tiempo la munición.
Navazo explica que Putin ha tenido "innumerables problemas logísticos" y también le han surgido "diferentes estigmas y escisiones dentro de su propia cúpula político-militar". Además, asegura que no hubiera tenido llevado a cabo esa ofensiva en Rusia si Prigozhin -líder del Grupo Wagner- no hubiera tenido "algún tipo de consenso".
"Del líder de Wagner se pueden decir muchas cosas, pero no se puede decir que es una persona inocente políticamente. Sabía bien que si estaba haciendo eso era porque en algún momento tenía algún apoyo tácito o explicito de que esa energía anti-Putin se pudiera capitalizar", considera el profesor Navazo.
"Un motín en la frontera que se acerca peligrosamente hacia Moscú, sin oposición, y que va a encontrando ciertos apoyos. Y que va construyendo una narrativa al régimen además por una línea que le duele a Putin: de 'hemos mandado a la batalla a soldados inexperimentados...'. No tenía una lógica individualista, sino que había una lógica política de que había una oposición interna al Kremlin", añade.
A pesar del revuelo de los últimos días, "Putin ha sido capaz de controlar la narrativa" y el presidente ruso ha dado un ultimátum a Wagner: o se unen o se exilian a Bielorrusia. También ha conseguido hacer que su coalición "sea mayor que la coalición opositora".
"Ahora lo que vemos es un acuerdo en el que Prigozhin da un paso atrás. Putin por ahora parece que se mantiene en ese poder, en esa cúpula, pero sí que obviamenteestá más debilitado".