HUEVOS CONTAMINADOS POR INSECTICIDA
El Gobierno de Bélgica perseguirá judicialmente a las empresas culpables de la crisis de los huevos contaminados por el insecticida fipronil para que paguen por unas pérdidas que solo en la zona de Flandes se estiman en 10 millones de euros.
El Ejecutivo belga confirmó este miércoles que se constituirá como parte civil contra las empresas responsables del fraude que originó la contaminación de los huevos. "Aquellos que han provocado esto deberán pagar por ello", dijo la titular de Agricultura de la región belga de Flandes, Joke Schauvliege, en una comparecencia ante la Comisión de Agricultura del Parlamento flamenco, en Bruselas.
La ministra explicó que todavía se está estudiando el impacto financiero del escándalo y que, en cualquier caso, conviene no culpabilizar al sector, que, afirmó, es la primera víctima del fipronil. En ese sentido, el Gobierno belga propuso una decena de medidas en apoyo a las empresas afectadas. La Agencia federal para la seguridad de la cadena alimentaria (Afsca) concederá las indemnizaciones, que cubrirán los gastos por la crisis -por ejemplo los de transporte, limpieza, destrucción de huevos y análisis- y los beneficios no obtenidos como consecuencia de la eliminación de los productos afectados. El Ejecutivo belga planteó, además, extender la posibilidad de introducir una acción de reparación colectiva a las empresas, lo que ahora solo pueden hacer los particulares.
Las granjas de aves podrán recurrir, asimismo, al paro temporal invocando motivos de fuerza mayor y las empresas podrán acogerse a planes de pago de cotizaciones sociales patronales. También se prevén medidas sobre el estatuto social de los trabajadores independientes de los ámbitos avícola y agroalimentario o del comercio, así como créditos bancarios en favor de las firmas del sector. Dos semanas después de desatarse el escándalo en el país, este miércoles los precios de referencia de los huevos generados en Flandes se incrementaban un 2,5 %, la primera subida después de la crisis.
En la vecina Holanda, el otro país europeo de origen de los huevos con fipronil junto a Francia y Alemania, la crisis llegó al Ejecutivo el martes con la dimisión del secretario de Estado de Economía, Martijn van Dam, quien había sido muy criticado por su gestión de este escándalo. Además, la Justicia holandesa mantiene en prisión preventiva a los dos administradores de la empresa neerlandesa Chickfriend, que había usado el insecticida no permitido por la normativa sanitaria europea en sus corrales. Los huevos con fipronil han alcanzado en Europa a Austria, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, Francia, el Reino Unido, Irlanda, Italia, Holanda, Polonia, Rumanía, Suecia y España.
En el caso español, el Departamento de Salud del Gobierno vasco inmovilizó el 12 de agosto en Vizcaya una partida de unas 22.000 unidades de huevo líquido pasteurizado contaminada con fipronil procedente de Francia, unas 20 toneladas de producto. Pese a que son las autoridades sanitarias de los países las que cuentan con mayor grado de responsabilidad, la crisis de los huevos contaminados también ha vuelto a poner a prueba las grietas en el sistema de alertas de seguridad alimentaria de la Unión Europea. Bruselas analizará la gestión llevada a cabo y las medidas que pueden extraerse de la crisis en una reunión con los países afectados por el escándalo del fipronil convocada para el próximo 26 de septiembre en Bruselas.