Coronavirus Bélgica
La segunda ola de coronavirus está golpeando con dureza los países europeos, que están viendo como los casos aumentan diariamente. A finales del pasado mes de octubre, Bélgica decretó un semiconfinamiento y un endurecimiento de las medidas sanitarias para tratar de contener la expansión del virus.
Es uno de los países de Europa con la peor curva de contagios. Para intentar remitir la situación, el gobierno belga impuso un confinamiento hasta el 13 de diciembre. Los negocios no esenciales cerraron sus puertas y las visitas a los hogares se limitaron: una persona por domicilio y dos en el caso de los solteros. Precisamente, consientes de que el encierro puede ser perjudicial para la salud mental de los ciudadanos, el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, ha decidido imponer el 'Knuffelcontact', o lo que es lo mismo, 'compañero de mimos'.
Confinamiento de esperanza
El nuevo confinamiento belga llega con la esperanza de que todos los ciudadanos eviten el aislamiento, y las posteriores secuelas psicológicas y puedan estar acompañados. De este modo, cada ciudadano podrá elegir a una persona con la que seguir viéndose durante la cuarentena. El 'Knuffelcontact' forma parte de un paquete de medidas, entre las que se incluyen algunas de carácter económico para hacer frente a la crisis.
El ministro ha anunciado que el país se encuentra en una situación complicada, en "un estado de emergencia" en el que muchos hospitales están comenzando a desbordarse, por lo que la prioridad principal es "revertir la curva" y evitar, en la medida de lo posible "contacto físico". Sin embargo la excepción es el 'compañero de mimos'. Pero esta norma trae consigo algunas indicaciones puesto que "las familias deben invitar solo a uno de ellos a casa a la vez. No se puede recibir otra visita domiciliaria". Los que viven completamente solos podrán disfrutar de la visita de otra persona, además de su 'contacto de abrazos' "pero no al mismo tiempo".
Burbuja de apoyo en Reino Unido
Consciente de la importancia de evitar la soledad en momentos complicados como los que se están viviendo actualmente, el Gobierno de Reino Unido aplicó otra medida similar. El premier Boris Johnson propuso la creación de 'burbujas de contención' en los hogares para permitir el contacto social durante el confinamiento. Con ello, las personas que vivían solas podían pasar tiempo en otra casa sin necesidad de permanecer "a dos metros de distancia".