DESPLIEGUE DEL EJÉRCITO EN LAS CALLES Y CONTROL DE FRONTERAS
Los niños que estaban en clase han quedado retenidos en sus colegios durante toda la mañana, como medida de seguridad. El aeropuerto ha cerrado sus instalaciones de forma inmediata, los usuarios fueron evacuados rápidamente después de que cientos de ellos esperasen en las pistas.
“Tratamos de huir hacia las llegadas y no pudimos llegar hasta allí... había cristales por todas partes”, asegura un testigo desalojado. Las autoridades piden que nadie trate de ir al aeropuerto para dejar libres los accesos, especialmente a las ambulancias que evacuan a los heridos.
El gobierno de Bélgica pide a la población que se reduzcan al mínimo los movimientos, que la gente permanezca en las empresas, en las escuelas, en sus casas. Todas las estaciones de tren cierran, también lo hace el metro, autobuses, museos, centros comerciales y todos los edificios públicos.
El centro de crisis del gobierno Belga habilita un teléfono de información para víctimas y familiares, que se satura en muy poco tiempo. La Comisión Europea pide a sus empleados que no acudan al trabajo o se queden en las oficinas, pero mantiene la agenda, incluida la rueda de prensa del portavoz.
Varias unidades de élite y Policías acuden a otros aeropuertos y estaciones de transporte, como las de Rotterdam. Y mientras, Francia envía a la frontera con Bruselas 1.600 policías. En total, se han desplegado más de 200 militares en las calles belgas para blindar el país.