SIGUE FILTRANDO AL PACÍFICO
TEPCO ha detallado que sus operarios han detectado daños en las inmediaciones de los conductos de entrada de las barreras submarinas de los reactores cinco y seis de Fukushima-1, según ha informado la televisión pública japonesa NHK.
La compañía eléctrica cree que los daños en las barreras submarinas de estos dos reactores se deben a los tifones que han azotado la costa de Fukushima en los últimos meses, por lo que ha adelantado que no los reparará hasta que el oleaje vuelva a niveles normales.
El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.
Desde entonces, las fugas de agua radiactiva no han cesado y han hecho que en las últimas semanas los niveles de radiactividad en Fukushima-1 se hayan disparado hasta picos de 130.000 becquerelios por litro, capaces de matar a una persona.
Plan gubernamental
En este contexto, el primer ministro, Shinzo Abe, ha anunciado que el próximo mes de octubre pondrá en marcha un plan valorado en 21.000 millones de yenes (160 millones de euros) que recupera la vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de Fukushima-1.
Las pruebas de viabilidad comenzarán en el reactor cuatro, en cuyo subsuelo se construirá un entramado de tuberías a las que se inyectará cloruro de calcio a menos 40 grados celsius para congelarlas, encerrando una superficie subterránea de diez metros cuadrados.
Se espera que el "muro helado" esté operativo hacia el próximo mes de marzo. Si funciona, los operarios de TEPCO construirán otros alrededor de los reactores uno, dos y tres de Fukushima-1. El proyecto estaría completado hacia 2015.
La Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA), por su parte, ha decidido elevar del uno --que indica una "anomalía"-- al tres --que indica un "grave incidente"-- el nivel de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1.
Además, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha expresado su preocupación por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1 y ha ofrecido al Gobierno de Japón su ayuda para resolver este problema.
Accidente nuclear
Los problemas en Fukushima-1 se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.