Cinco millones de inmigrantes podrían verse afectados
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado este viernes, que va a utilizar todo lo que tenga en la mano para reformar las políticas de inmigracióna. Esta reforma va a intentar llevarla acabo antes de que finalice el año.
Con esta nueva reforma Obama quiere impedir que más de cinco millones de indocumentados sean deportados a sus países de origen. En el país norteamericano son deportados unos 42 inmigrantes cada hora, lo que hace un total de unos 368.000 personas al año.
"Esto va a ocurrir antes del fin de año", aseguró Obama en una comparecencia de prensa junto con la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, en Rangún, la antigua capital de Birmania (Myanmar), donde se encuentra en estos momentos el presidente de los Estados Unidos.
Barack Obama, calificó a Estados Unidos como un "país de inmigrantes" que siempre ha sido así desde su creación, además de señalar que el sistema de inmigración actual en Estado Unidos está "completamente roto" y necesita actualizarse para afrontar los problemas actuales de forma urgente.