Guerra Rusia Ucrania
Aunque, como era de esperar, la peor parte se la está llevando Ucrania, las bajas de Rusia en la guerra superan con creces las expectativas más pesimistas de Putin.
Rusia estrecha el cerco sobre algunas de las principales ciudades de Ucrania durante esta tercera semana de guerra. Los daños infligidos por el ejército de Moscú a la población en infraestructuras ucranianas son incalculables: urbes enteras arrasadas, miles de muertos (niños incluidos) y millones de refugiados.
Pero en el bando ruso también se están registrando bajas, más de las que cualquiera de las personas que participaron en el diseño de esta invasión podría imaginar. No hay que olvidar que Vladimir Putin contaba con terminar de tomar Ucrania el 6 de marzo, de acuerdo a los informes de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Ucrania. Nadie, ni el más pesimista de los generales rusos, podía prever un avance tan lento y poco efectivo.
De hecho, en 24 días de contienda, 14.400 soldados rusos han caído en combate -según los datos de Kiev-, cinco generales han sido abatidos y se han derribado 95 aviones rusos. Una situación que ha obligado a Putin a 'invitar' a participar en la invasión a mercenarios chechenos y sirios y, según Washington, a solicitar ayuda militar a China; algo contra lo que Joe Biden ya ha prevenido al Gobierno de Pekín.
Mientras, en las últimas 24 horas, 9.000 personas han sido evacuadas de Mariúpol y 18.000 han salido de Ucrania a través de corredores humanitarios. Los civiles muertos rondan los 900, según la ONU.
Misiles hipersónicos
En cuanto a los combates, Rusia ha usado este sábado por primera vez desde el inicio de la campaña misiles hipersónicos Kinzhal, una de sus armas más modernas, para golpear un almacén militar en el oeste ucraniano.
El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado este sábado que la aviación del país había destruido un depósito subterráneo con misiles y munición aérea en la localidad de Deliatin, en el oeste de Ucrania.
El "gran depósito subterráneo de misiles y munición aérea" fue destruido en la región de Ivanko-Frankovsk, ha señalado el portavoz de la cartera, Ígor Konashénkov, quien agregó que en la operación fueron empleados misiles Kinzhal.