Incendios
Los bomberos advierten de que el peligro continúa activo y el fuego sigue bajo tierra. Ya se ha quemado una extensión que duplica a la de la ciudad de París.
Los bomberos siguen combatiendo varios incendios en Francia, especialmente en el suroeste del país. La bajada de temperaturas y las lluvias en la zona han sido las mejores aliadas para los equipos de extinción que continúan humedeciendo el terreno porque, aunque ya no se ve fuego, el peligro se mantiene.
Los incendios de la zona de Belin-Béliet comenzaron el mes pasado, cuando ardieron más de 12.000 hectáreas. Según han explicado los bomberos, el fuego estaba bajo tierra porque se mantuvo por el calor, y se extendió hacia el sureste, que es la zona que ha ardido este mes y que ha calcinado ya más de 7.000 hectáreas. En total, se ha quemado una superficie arbolada que duplica a la de la ciudad de París.
Este sábado, las tormentas activaron dos pequeños focos de fuego que rápidamente fueron apagados por los bomberos. Por suerte, han caído entre 10 y 20 litros por metro cuadrado y el suelo se encuentra humedecido. Además, han bajado las temperaturas, por lo que lascondiciones meteorológicas son favorables.
Más de 1.500 bomberos continúan trabajando para controlar el incendio
Los bomberos advierten de que el peligro continúa activo y el fuego sigue bajo tierra, por lo que los equipos de extinción continúan trabajando para humedecer el terreno. Todo el operativo se mantiene activo con los 1.500 bomberos provenientes de diferentes puntos de Europa. "El fuego puede salir en una semana o ahora mismo en cuanto salga el sol, porque da mucha temperatura y puede volver a encenderse un fuego", insiste Oliver Sánchez, uno de los bomberos que trabaja para parar en el incendio.
Los incendios obligaron a cerrar los tramos de la autopista A63 donde conecta la frontera de Francia con España en Irún. Se cerraron para vehículos de más de 7.500 kilos de mercancías, se reabrieron a las horas y tuvieron que volver a cerrarse por un incendio generado en la zona francesa de Gironde y que alcanzó a Las Landas. Por precaución, se evacuó a más de 10.000 personas por el gran riesgo de que el fuego azote las zonas habitadas.