ADIÓS AL RACISMO
Nueva York ha echado 'a patadas' al racismo de la ciudad. Así lo ha sugerido su alcalde, Bill de Blasio, que junto a la Comisión de Derechos Humanos han aprobado una nueva medida para acabar con los comentarios y conflictos racistas en sus calles.
A partir de hoy, se multará hasta con 230.000 euros a quien se dirija con comentarios racistas o xenófobos hacia otra persona.
Esta nueva medida surge a raíz de las filtraciones de vídeos en el que, por ejemplo, se muestran a personas que increpan a otras simplemente por el hecho de hablar en otro idioma, generalmente, el español.
Por normal general, esta situación se suele dar en la calle, o eso es al menos lo que llega a ojos de los internautas. En los hoteles, se multará a todo aquel que obligue a hablar en otro idioma a las trabajadoras del servicio de limpieza, porque "ofendería" al cliente.
Según el Confidencial, "Un arrendador que amenaza con llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) si una familia inmigrante se queja en un tribunal de vivienda, después de encontrar moho y cucarachas en su unidad", también es considerada una actitud racista.