DOS AÑOS PARA ACLARAR LO OCURRIDO
Las autoridades francesas han tomado la iniciativa de las investigaciones sobre el accidente del avión de Air Algérie ocurrido el pasado jueves en el este Mali, ante el silencio de Bamako y el descontento de Argel.
Tras el hallazgo de la segunda caja negra del aparato, que desvelará lo ocurrido en la cabina durante los últimos momentos del avión MD-83, continúan las labores de rescate y de investigación.
Una caravana logística compuesta por 14 camiones ha partido de la ciudad maliense de Gao hacia la región de Gossi a unos 160 kilómetros al este, donde se estrelló el avión con 116 personas a bordo (118 según las autoridades francesas) durante un vuelo desde Uagadugú, capital de Burkina Faso, a Argel.
Según el canal de televisión "France 2", los camiones, cargados con provisiones para una veintena de días para los equipos que trabajan sobre el terreno, tardarán unas 10 horas en llegar al lugar del siniestro de la aeronave, en la que viajaban 54 franceses entre los pasajeros de 15 nacionalidades, y seis tripulantes españoles.
Expertos de varios países, entre ellos de Francia, Argelia, Mali y España, y dos centenares de soldados se encuentran en la zona para llevar a cabo la investigación y garantizar la seguridad.
Rémy Jouty, director en Francia del Organismo de Investigación y Análisis (BEA), especializado en accidentes aeronáuticos, aseguró que será su laboratorio el encargado de interpretar el contenido de las dos cajas negras, que ya han llegado a Gao.
Según unas declaraciones de Jouty, como el siniestro ocurrió en Mali, jurídicamente es dicho país el que dirige la investigación, pero sus autoridades han querido "beneficiarse de la experiencia y de la asistencia técnica del BEA".
Asimismo, el presidente de Francia, François Hollande, ha anunciado tras reunirse con los familiares de los 54 franceses muertos en el siniestro, que todos los restos de los fallecidos serán trasladados hasta suelo galo para su identificación.
Tras el anuncio, el Ministerio de Exteriores argelino pidió a París que precisara las declaraciones de Hollande. El ministro de Transporte del país norteafricano, Amar Ghul, que ha viajado a la zona del siniestro, había declarado que la responsabilidad de las pesquisas competen al país donde cayó el avión (Mali), al transportista (Argelia) y al constructor (Estados Unidos), puesto que era un aparato MD-83 de fabricación estadounidense.
Ghul también había asegurado que las cajas negras serían entregadas a la Agencia Internacional del Transporte Aéreo (IATA), con sedes en Montreal y Ginebra.
En el marco de estas investigaciones, en las que se sospecha que el mal tiempo fue el causante de la tragedia, la aerolínea española Swiftair propietaria del aparato ha incorporado un enlace en su página web con un cuestionario para recabar información sobre los pasajeros del vuelo.
El cuestionario -en inglés, español y francés- busca recoger datos sobre los pasajeros con el objetivo de agilizar la investigación. Mientras tanto, el silencio de las autoridades malienses es prácticamente total, tanto a nivel del Ministerio de Interior en Bamako, como de las autoridades locales en Gao.
Todos los responsables, incluso los de la misión de Naciones Unidas para Mali (MINUSMA) que participa en las operaciones, han rechazado dar cualquier tipo de información sobre las pesquisas.
Según indicó desde Francia el director de la BEA, en "una gran catástrofe aérea" como ésta la experiencia muestra que con frecuencia hacen falta dos años para esclarecer lo ocurrido.
No obstante, insistió en que "les debemos una explicación lo más precisa y lo más completa posible" a los familiares de las víctimas.