Meta
Meta es la propietaria de varias populares aplicaciones móviles, como Facebook, Instagram o WhatsApp.
Este miércoles, un tribunal de Australia ha multado con 20 millones de dólares australianos -12,2 millones de euros- a dos filiales de Meta. Una sanción que se debe a la recopilación y uso "engañoso" de los datos personales de los usuarios que navegan por sus aplicaciones.
Meta es la dueña de algunas de las aplicaciones móviles más famosas y que más uso tienen, entre las que se encuentran Facebook, Instagram o, incluso, WhatsApp.
La jueza del caso, Wendy Abraham, ha explicado en su fallo que Facebook Israel y Onavo han admitido que "ofrecieron, anunciaron y promocionaron" la aplicación Onavo Protect en la App Store y la Play Store. Esto se hizo entre el 1 de febrero de 2016 y el 31 de octubre de 2017.
Esta aplicación es una red virtual privada y propiedad de Facebook que permite la navegación en internet de una manera privada y segura con la intención de proteger la información de los usuarios.
Sin embargo, estas promesas no eran ciertas, ya que la aplicación recopiló una gran cantidad de diferentes datos sobre la manera en la que los usuarios usaban sus teléfonos móviles de una forma "anónima y agregada". Dichos datos fueron posteriormente entregados a la empresa Meta, que los usó para fines comerciales tal y como han indicado desde el fallo de la jueza del Tribunal Federal de Australia, Wendy Abraham.
Este fallo por parte del Tribunal Federal viene después de que la Comisión Australiana de Competencia y Consumo denunciara a estas dos filiales de Meta que habrían estado usando los datos que recogían para sus campañas de mercadotecnia y posibles adquisiciones en Facebook.
En los últimos años, Facebook se ha hecho con algunas importantes empresas del sector, como puede ser YouTube, Instagram y Whatsapp. Estas son las aplicaciones más utilizadas por los usuarios para entretenerse y comunicarse los unos con los otros. A su vez, en 2013 también compró Onavo de Estados Unidos y Onavo Mobile de Israel, que son los responsables de la red virtual privada.
Ya en 2022, el Tribunal Federal multó a Google con 60 millones de dólares australianos, que son unos 36,7 millones de euros, después de que la Comisión Australiana de Competencia y Consumo lo demandara por las representaciones engañosas que habían hecho de la recopilación y el uso de los datos de localización en los teléfonos Android entre los meses de enero de 2017 y diciembre de 2018.