TRAS EL TIROTEO EN NEWTOWN
Se llamaba Dylan, británico de 6 años, y también fue víctima de la masacre de Newtown. Tras una semana desgarradora, su familia, ha decidido despedirle con globos y música de su país de origen.
Siete días después del tiroteo en Newtown, el debate sobre el uso de armas se ha recrudecido. El fenómeno más llamativo ha sido el espectacular aumento de las ventas. En lo que va de 2012, se han solicitado 16 millones y medio de certificados de antecedentes penales, requisito fundamental para comprarlas. En la última semana, medio millón más que en diciembre del año pasado.
"El AR-15, es el fusil que todo el mundo anda buscando. Usted puede comprobar que ya no nos queda ninguno en los estantes", explica una de los vendedoras.
En los clubes de tiro también se han multiplicado las inscripciones. "Los criminales preferirían que se endurezca el control de armas. Son ellos los únicos que quieren llevarlas. Así podrían entrar en casas, sin riesgo para ellos, y asaltar impunemente a gente indefensa", dice Fernando Gallegos, instructor un club de tiro en Florida.
"Este fenómeno responde a dos razones: la primera, es que la gente se siente vulnerable y necesita protegerse. La segunda es que quieren comprarlas antes de que se endurezca la legislación", añade Tony Payan, profesor de la Universidad de Rice.
Precisamente, el presidente de EEUU, Barack Obama, se ha comprometido a presentar en enero un paquete de medidas para un mayor control. Se barajan entre otras, la prohibición de los fusiles de asalto, los cargadores de alta capacidad y una mayor atención a los enfermos mentales.