Conflicto Ucrania
Muchas empresas deciden marcharse por reputación y por las consecuencias económicas.
La fuga de empresas continúa. Cada día aumenta la lista de las compañías que han decidido salir del país, dejar de vender allí sus productos o cancelar sus acuerdos comerciales con compañías rusas.
Los expertos aseguran que se trata de una respuesta contundente por parte del sector privado. Para David Echeverry, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, "la salida de multinacionales de Rusia es una preocupación muy vigente" que traerá consigo una situación alarmante. Asegura que si la inflación era cuanto menos inquietante empezando el año, "lo será mucho más con la reciente situación en Ucrania".
Eduardo Irastorza, profesor de OBS Business School considera que sería lógico pensar que el gobierno Ruso habría evaluado el efecto de la guerra antes de poner en marcha sus ejércitos ya que "nadie se mete en una guerra si no cree que va a ganarla en todos los sentidos". Sin embargo, la actual evolución de los acontecimientos podría llevarnos a una conclusión contraria. Explica que "los ucranianos se han mostrado más obstinados en la defensa de su independencia de lo que cabía esperar", por lo que los daños colaterales se han alterado significativamente.
Petróleo, pero también gas
Bajo la presión del gobierno británico, la petrolera BP, principal inversor extranjero en Rusia, se deshará de su 19,75% en el gigante ruso Rosneft. Esto tendrá un impacto estimado de 25.000 millones de dólares (22.300 millones de euros) para su negocio, al recortar al menos en un tercio sus reservas de petróleo y gas.
A través de un comunicado el presidente de BP, Helge Lund, señaló que el ataque de Rusia a Ucrania "es un acto de agresión que está teniendo consecuencias trágicas en toda la región. BP opera en Rusia desde hace más de 30 años, trabajando con brillantes colegas rusos. Sin embargo, esta acción militar representa un cambio fundamental". Y añade que esta decisión es "lo mejor para los intereses a largo plazo de todos nuestros accionistas". El director ejecutivo, Bernard Looney, agregó: "Nuestra prioridad inmediata es cuidar de nuestra gran gente en la región y haremos todo lo posible para apoyarlos".
Su rival, la británica Shell, sigue sus pasos y anuncia que cortará sus vínculos con Gazprom, lo que incluye un 27,5% en la instalación de gas natural licuado de Sajalin-II y un 50% en los proyectos petrolíferos de Salym y Gydan. Rescindirá asimismo su parte en el gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, cuya autorización ya bloqueó Berlín.
El director ejecutivo de la multinacional, Ben van Beurden condena la acción de Rusia: "Estamos conmocionados por la pérdida de vidas en Ucrania como resultado de un acto de agresión militar sin sentido que amenaza la seguridad europea". Y considera que es una decisión que han tomado con convicción porque no puede dice, quedarse al margen. Además asegura que seguirán trabajando en las implicaciones comerciales incluida "la importancia de asegurar el suministro de energía a Europa y otros mercados, en cumplimiento de las sanciones pertinentes".
A finales de 2021, Shell tenía alrededor de 3.000 millones de dólares (2.680 millones de euros) en activos no corrientes en estas empresas en Rusia, precisa la compañía, advirtiendo de que prevé que la decisión de iniciar el proceso de salida afecte al valor en libros de los activos de Shell en Rusia y provoque deterioros.
La portuguesa Galp, también se une y suspende la compra de productos petrolíferos de origen ruso. Aunque la compañía no participa en joint ventures con ninguna empresa rusa, está en proceso de eliminar la exposición directa o indirecta a productos derivados del petróleo de Rusia o de empresas rusas en los contratos existentes. Si bien esta medida puede afectar a la refinería de Sines y su desempeño financiero, Galp seguirá garantizando el suministro de gas y combustible al mercado portugués.
Su presidenta, Paula Amorim, considera que "este terrible acto de agresión de Rusia contra Ucrania viola absolutamente los valores que defiende Galp, como la libertad y los derechos humanos. En un contexto tan complejo y terrible, nuestra decisión es sencilla: Galp no contribuirá a financiar la guerra".
Equinor, la mayor energética noruega, de participación estatal, renuncia a sus negocios con entidades rusas, valorados en unos 1.200 millones de dólares (1.065 millones de euros). Ha estado en Rusia durante más de 30 años y firmó un acuerdo de cooperación con Rosneft en 2012.
En un comunicado, su presidente y director ejecutivo, Anders Opedal, asegura que detendrán nuevas inversiones y comenzarán el proceso de salida de sus empresas conjuntas de una manera dicen, que sea consistente con sus valores.
Tecnología, comunicación y entretenimiento
Las principales empresas de paquetería de Estados Unidos, UPS y Fedex, suspendieron el lunes temporalmente sus envíos a Ucrania y Rusia a fin de proteger a sus empleados.
Las grandes tecnológicas también dejan Rusia. Apple ha dejado de vender sus productos allí. La compañía dijo en un comunicado que estaba "profundamente preocupada" por la invasión rusa. En respuesta, también ha pasado a limitar el acceso a los servicios digitales, como Apple Pay, dentro de Rusia, y ha restringido la disponibilidad de las aplicaciones de los medios estatales rusos fuera del país.
Meta, la empresa matriz de Facebook, dijo el lunes que bloquearía el acceso a los medios de comunicación rusos RT y Sputnik en toda la Unión Europea. La medida llega después de recibir "solicitudes de varios gobiernos y de la UE para tomar nuevas medidas en relación con los medios de comunicación rusos controlados por el Estado", escribió Nick Clegg, vicepresidente de asuntos globales de la compañía, en un tuit.
Twitter también ha anunciado planes para "reducir la visibilidad y la amplificación" del contenido de los medios de comunicación estatales rusos. Netflix también dijo el lunes que se negaba a emitir los canales de televisión estatales rusos en el país, algo que el streamer habría estado obligado a hacer por la ley rusa a partir de esta semana.
"Dada la situación actual, no tenemos planes de añadir estos canales a nuestro servicio", dijo la compañía a CNN Business. Roku, una empresa que vende hardware que permite a los usuarios transmitir contenidos a través de Internet, también se ha comprometido a prohibir RT en Europa.
YouTube, que es propiedad de Google, dijo el fin de semana que había bloqueado los medios de comunicación estatales rusos en Ucrania, incluido RT. La plataforma de video también dijo que iba a "limitar significativamente las recomendaciones a estos canales".
Google y YouTube también han dicho que ya no permitirán que los medios de comunicación estatales rusos publiquen anuncios o moneticen sus contenidos.
Disney también suspende el estreno de sus películas en Rusia, alegando "la invasión no provocada de Ucrania". El gigante del entretenimiento tenía múltiples películas programadas para ser estrenadas en Rusia en los próximos meses. Eso incluye "Doctor Strange in the Multiverse of Madness" de Marvel el 5 de mayo y "Lightyear" de Pixar el 16 de junio. "Tomaremos futuras decisiones comerciales en función de la evolución de la situación", dijo un portavoz de Disney.
Espacio aéreo
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha informado este martes que cerrará su espacio aéreo a los aviones rusos en represalia por la invasión rusa de Ucrania, sumándose así a los cerca de dieciocho países que ya han dado ese paso. Incluso antes de este anuncio ya la aerolínea estadounidense Delta Airlines había rescindido su código compartido con la estatal rusa Aeroflot y, al igual que American Airlines, evitaba sobrevolar territorio ruso en sus rutas internacionales.
Boeing ha dicho que suspende el apoyo y servicio a las aerolíneas rusas. Un portavoz de la compañía ha confirmado que está pausando "las piezas, el mantenimiento y los servicios de apoyo técnico para las aerolíneas rusas", y también "suspendido las principales operaciones en Moscú y cerrado temporalmente la oficina en Kiev".
"Mientras el conflicto continúa, nuestros equipos se centran en garantizar la seguridad de nuestros compañeros de equipo en la región", añade el representante. Airbus ha seguido a Boeing con una medida similar. En un comunicado, el fabricante de aviones dice que ha "suspendido los servicios de apoyo a las aerolíneas rusas, así como el suministro de piezas de repuesto al país".