AL MENOS 120 HERIDOS
Un ataque talibán contra el consulado de Alemania en la norteña ciudad afgana de Mazar-e-Sharif acabó de madrugada con al menos ocho muertos y 120 heridos, en un nuevo asalto contra una instalación diplomática y una acción justificada por los insurgentes por el bombardeo a civiles hace una semana.
Poco antes de la medianoche, un atacante suicida se inmoló con un camión cargado de explosivos cerca del consulado, una acción que terminó pocas horas después con la muerte de otro insurgente y la detención de un tercero que intentaron penetrar en el edificio.
A la muerte de los dos insurgentes se sumó la de cuatro civiles que fallecieron durante el atentado y la de otros dos que, concluido el ataque, fueron abatidos por disparos de soldados alemanes por no detener la motocicleta en la que viajaban al acercarse al consulado. "No prestaron atención a los avisos verbales y gritos de los militares alemanes y finalmente murieron por los disparos de estos soldados", afirmó Munir Ahmad Farhad, portavoz del gobernador de la provincia de Balkh, de la que Mazar-e-Sharif es capital.
Hasta el lugar del atentado se había desplazado un fuerte contingente de tropas de intervención rápidas, procedentes del campamento de la OTAN donde están estacionados unos 1.000 soldados alemanes, a unos 10 kilómetros de Mazar-e-Sharif.
El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores estableció un gabinete de crisis para evaluar la situación tras el atentado, un ataque calificado de "atroz" por la embajada alemana en Kabul, que aseguró en un mensaje en la red social Twitter que su personal "está seguro" gracias a la "heroica" respuesta de la tropas afganas y de la OTAN.
La OTAN, que condenó el atentado, confirmó en un comunicado que "21 miembros del personal del consulado alemán fueron evacuados de manera segura" a un campamento de la Alianza Atlántica y aclaró que ninguno de los empleados resultó herido durante el ataque.