ELECCIONES PRESIDENCIALES EN EEUU
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reafirma su ventaja de tres puntos sobre el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, de acuerdo con el último sondeo publicado por el diario norteamericano 'The New York Times' y la cadena CBS. El 49 % de los encuestados votaría por Obama en caso de que se celebraran hoy las elecciones, mientras que un 46 % se inclinaría por Romney.
La confianza en Obama se ve reforzada en casi todas las áreas políticas --desde los asuntos exteriores, pasando por Sanidad, política fiscal y de empleo-- pero continúa flaqueando en la tarea de lidiar con el creciente déficit que acumula el país.
En este punto, Romney aventaja en ocho puntos a Obama y las distancias que se marcan en las áreas sociales y de asuntos internacionales, cuando se trata de economía, se reducen a escasos puntos en favor del presidente.
Otro de los datos más reveladores es el mayor apoyo de los votantes que se definen como independientes por Romney, con un 50 %, en detrimento de Obama, con un 44 %.
Influencia de la ola de violencia en el mundo árabe
Sin embargo, el mandatario estadounidense sobrepasa al candidato del Partido Republicano en confianza que transmite al electorado, en interés por los problemas de la gente --por la clase media en especial frente a la percepción de que Romney centra más sus esfuerzos hacia los más ricos--. Esta encuesta fue llevada a cabo entre los días 8 y 12 de septiembre vía telefónica a un total de 1.170 votantes registrados, según detalla 'NYT'.
El estallido de la ola de violencia y manifestaciones en el mundo árabe que se está cebando con las sedes diplomáticas estadounidenses a raíz de la difusión de una polémica película que satiriza a Mahoma ha irrumpido con fuerza en la campaña electoral.
La inacción de los republicanos, máxime de Romney, ha desatado duras críticas desde los sectores más conservadores que han cuestionado la capacidad de reacción del exgobernador de Massachusetts.
En cambio, la economía continúa siendo el talón de Aquiles de Obama, que presiona al Congreso para que eleve de nuevo el techo de la deuda de Estados Unidos para que el Estado no caiga en el denominado abismo fiscal.
Esto es, la imposición de un amplio paquete de subidas de los impuestos y recortes en el gasto público acordado por un supercomité presupuestario como medida de urgencia ante la falta de acuerdos entre republicanos y demócratas para vadear un 'default' técnico a comienzos del 2013.