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La UE ataca por primera vez el millonario negocio del gas ruso

Europa da otro paso más en su batalla económica contra Rusia y aprueba su 14 paquete de sanciones. Después de actuar contra el petróleo y el carbón que exporta Moscú, ahora pone el punto de mira en la transferencia de gas natural licuado. Se quiere evitar que el Kremlin use los puertos europeos para enviar combustible hacia Asia.

El acuerdo político para el 14 paquete de sanciones ya está cerrado. Ha costado más de lo previsto, varias semanas de negociación para tratar de superar el veto de países como Alemania y Hungría, que se oponían por diferentes motivos. Budapest mantiene su política de no castigar a Rusia en el terreno energético y Berlín dudaba del coste que sufrirían las pequeñas empresas alemanas.

Los técnicos comunitarios empiezan ahora a preparar los textos legales con la idea de publicarlo oficialmente el próximo lunes durante el Consejo de ministros de Exteriores en Luxemburgo. Los ministros quieren mandar un mensaje claro a Moscú de que la UE sigue decidida a apoyar a Ucrania y propinar un golpe definitivo a las finanzas oscuras del Kremlin.

Europa ataca la venta de gas ruso

Por primera vez, la UE ataca el lucrativo negocio ruso del gas natural licuado, hasta ahora intocable. Las nuevas sanciones no afectarán a las importaciones directas de gas a la Unión, pero sí se actúa contra las empresas europeas que luego revenden ese carburante en el mercado asiático. Bruselas quiere acabar con la conocida como flota rusa "en la sombra”. Se prohibirá a los puertos comunitarios redireccionar el gas ruso hacia terceros países, realizando la maniobra del “cambio de barco”. Un veto que podría obligar a Moscú a revisar las rutas de sus ventas a Asia, seguramente desviando a los buques a través del Mar Ártico, una vía mucho más compleja y costosa.

Moscú sigue vendiendo mucho gas a Europa, ya que las sanciones más contundentes se han aplicado antes a otros combustibles como el petróleo y el carbón. El año pasado se calcula que Rusia pudo recaudar unos 8.000 millones de euros por esta vía, con España, Francia y Bélgica como los mayores compradores. En el caso español, se alcanzaron cifras récord, importando un 35% más y situando a Rusia como su tercer principal suministrador (18,3% del total).

Aún así, desde que comenzó la invasión de Ucrania, los 27 han conseguido reducir su dependencia del gas ruso en alrededor de 2/3. El año pasado este carburante representó el 5% de todo el consumo de gas de la UE.

Se amplía la lista negra

Los 27 siguen sumando individuos a la lista negra de sancionados. En esta ronda, se añaden otras 100 nuevas personas y entidades, lo que eleva el total a más de 2.200 personas.

La UE completa este paquete, -uno de los más potentes de los últimos meses-, con más herramientas para evitar la elusión de las sanciones ya aprobadas anteriormente. Sobretodo poniendo la lupa en las filiales de empresas matrices de la UE en terceros países.

Fuentes europeas explican que también se incluirán más restricciones contra la exportación desde Europa de bienes y tecnología de doble uso, civil y militar. Son productos que contribuyen a las capacidades industriales en Rusia. Y, para potenciar el impacto del paquete, se vigilará que se puedan eludir las sanciones "por transporte aéreo, marítimo o por carretera".

Poner fin a la maquinaria bélica

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ha celebrado este paquete de sanciones que ha calificado como "contundente", y dice que "impedirá aún más el acceso de Rusia a tecnologías clave y le privará de más ingresos energéticos".

También el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, valora que "estas medidas refuerzan las sanciones existentes y cierran brechas. La UE continúa frenando la maquinaria bélica de Rusia para poner fin a esta guerra ilegal. Seguimos estando fuertes, decididos y unidos detrás del pueblo de Ucrania".

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