Avión de combate
Este avión es capaz de volar a dos veces la velocidad del sonido y nunca ha sido derribado.
Israel continúa su ofensiva contra el Líbano. Este sábado ha bombardeado de nuevo los suburbios del sur de Beirut conocidos como Dahye, con la intención de destruir puestos de mando e infraestructuras que ha tildado como "terroristas" del grupo chií Hizbulá.
Además, el Ejército israelí ha confirmado la muerte de dos altos cargos de Hamás en distintos ataques, en operaciones coordinadas entre las fuerzas armadas y la agencia interior de inteligencia, el Shin Be.
El ejército israelí cuenta con una pieza fundamental en este conflicto. Se trata de los aviones F-15I, una modificación que han realizado a los F-15E, conocidos como 'Águilas de Ataque'.
Este avión de combate combina capacidades de superioridad aérea y ataque a tierra, otorgando a Israel una herramienta estratégica de primera línea. Además, se trata de un tipo de avión que nunca ha sido derribado en combate.
El F-15I fue desarrollado en colaboración con Estados Unidos y comenzó a ser entregado a finales de la década de 1990. Se trata de un caza multirol, lo que significa que puede realizar misiones de combate aéreo contra otros aviones y ataques de precisión contra objetivos terrestres. Esta versatilidad lo ha convertido en un componente clave para las operaciones militares israelíes.
Una de las características más destacadas del F-15I es su amplio alcance operativo, posible gracias a tanques de combustible adicionales y su capacidad para reabastecerse en vuelo. Esto le permite llevar a cabo misiones de largo alcance, incluso lejos del espacio aéreo israelí, lo que lo convierte en un recurso crucial para misiones de ataque profundo y defensa en una región altamente volátil. Estos cazas poseen un par de motores capaces de catapultar al piloto a más de 2.500 kilómetros por hora.
Este avión está equipado con sistemas de aviónica de última generación, incluidos radares de alta tecnología que pueden rastrear múltiples objetivos a gran distancia, así como sistemas de guerra electrónica y comunicación desarrollados por Israel. Además, su armamento incluye una variedad de misiles aire-aire, bombas guiadas por láser y misiles de largo alcance, capaces de destruir con precisión objetivos estratégicos.
Para Israel, cuya doctrina de defensa se basa en la capacidad de proyectar fuerza militar a larga distancia, el F-15I se ha convertido en una herramienta indispensable. Su capacidad para realizar misiones tanto defensivas como ofensivas, combinada con su tecnología avanzada, asegura que el país mantenga una clara superioridad aérea en la región.
Desde su primer vuelo en 1972, ha sido el pilar de las fuerzas aéreas de varios países, destacando en misiones de superioridad aérea y ataques de precisión, lo que lo convierte en una pieza clave en la defensa militar global.
El F-15 fue diseñado por McDonnell Douglas (ahora parte de Boeing) para lograr y mantener la superioridad aérea. Con su velocidad máxima de 2.5 veces la velocidad del sonido (Mach 2.5) y su capacidad para volar a grandes altitudes, es uno de los aviones más rápidos del mundo. Además, su versatilidad es uno de los factores que ha asegurado su longevidad: no solo puede interceptar aviones enemigos con gran precisión, sino que también tiene la capacidad de realizar misiones aire-tierra con armas guiadas.
Desde su entrada en servicio en la década de 1970, el F-15 ha tenido un impacto decisivo en numerosos conflictos. Uno de sus récords más notables es su invicto en combates aire-aire: a lo largo de su carrera, el F-15 ha logrado más de 100 victorias sin sufrir una sola pérdida en enfrentamientos directos. Este éxito lo convierte en uno de los aviones más efectivos en la historia de la aviación militar.
El F-15 ha sido utilizado en misiones durante la Guerra del Golfo, los conflictos en los Balcanes, y más recientemente en operaciones contra grupos terroristas en Oriente Medio. Su combinación de velocidad, maniobrabilidad y potencia de fuego lo ha hecho temido por las fuerzas enemigas y respetado por sus pilotos.
El pasado mes de agosto, Estados Unidos vendió más de estos aviones a Israel por un total de 20.000 millones de euros. Dentro del mismo acuerdo se recoge la venta de 30 misiles aire-aire AIM120 AMRAAM, 33.000 cartuchos de munición para tanque, 50.000 morteros y varios vehículos tácticos.
"Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel y es vital para sus intereses nacionales ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y preparada", explicó en un comunicado la Agencia de Cooperación para la Seguridad y la Defensa.
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