Vladímir Putin
Un informe de la Organización Anticorrupción de Alexéi Navalny señala que la gigantesca mansión de Putin fue construida con financiación irregular.
La Organización Anticorrupción (FKB) de Alexéi Navalny, el principal grupo de oposición a Vladímir Putin, ha mostrado cómo es el palacio que posee el líder del Kremlin en una zona estratégica cercana a las orillas del Mar Negro.
Según el informe de la FKB, la propiedad estaría valorada en 1.000 millones de dólares y controlada por el Servicio Federal de Seguridad Ruso (FSB). Los terrenos de la mansión ocupan 7.800 hectáreas que incluyen un casino, piscina interior, iglesia, pista de hielo subterránea, viñedos, un anfiteatro y un túnel privado que conecta con la playa. Es según la FKB "un Estado separado de Rusia".
En las fotografías aportadas por Anticorrupción también se puede observar la habitación del dirigente ruso que cuenta con 260 metros cuadrados.
Sin embargo, lo que ha llamado la atención no ha sido el tamaño de la residencia o los majestuosos muebles de su interior sino la acusación por parte de la organización de que la residencia está financiada de forma corrupta. Sobre el asunto, Navalny ha dicho que "es el soborno más grande de la historia".
Moscú no ha tardado en reaccionar a la publicación del informe. El portavoz ruso, Dimistry Peskov, ha negado que la vivienda pertenezca al Kremlin y ha calificado las acusaciones de "infundadas y pura tontería".
El búnker de Putin
No es la primera vez que se publica información sobre las supuestas propiedades de Putin. Pocos días después de comenzar la invasión, el politólogo y profesor ruso Valery Solovei apuntó a que el presidente ruso tenía un búnker antinuclear en Siberia, donde además habría enviado a miembros de su familia, como su pareja e hijos, para protegerlos en caso de ataques nucleares durante la guerra con Ucrania.