Reino Unido
El laborista Lindsay Hoyle, hasta ahora vicepresidente de la Cámara de los Comunes, sustituyó este lunes en la presidencia al carismático John Bercow, que ha moderado los debates parlamentarios en el Reino Unido durante más de un decenio.
Hoyle, de 62 años y 'número dos' de Bercow desde 2010, logró el apoyo de más de la mitad de la cámara después de cuatro rondas de votaciones, en las que quedaron eliminados otros seis candidatos.
Al postularse para ocupar el puesto de 'speaker', resaltó su intención de continuar defendiendo el derecho de los parlamentarios a someter a escrutinio las acciones del Gobierno, al tiempo que expresó su determinación a ser "neutral" y "transparente" en sus funciones.
Las normas parlamentarias indican que el presidente de la Cámara Baja debe ser "imparcial", por lo que Hoyle deberá abandonar la militancia del Partido Laborista, al que ha representado desde 1997 en el escaño asociado a la circunscripción de Chorley (noroeste de Inglaterra). Tras ocupar el asiento reservado a la presidencia, Hoyle cedió la palabra por primera vez como máximo responsable de la cámara al primer ministro británico, el conservador Boris Johnson.
El jefe de Gobierno celebró que el nuevo presidente vaya a aportar su "amabilidad y buen juicio a los procedimientos parlamentarios porque eso contribuirá a unirnos como Parlamento y como democracia". Entre los principales propósitos del nuevo presidente, destacan sus planes para aumentar la seguridad de los diputados y sus equipos, ante las continuas amenazas que han recibido muchos de ellos en los últimos años a raíz del clima de tensión que se vive en el Reino Unido por el "brexit".
Más de 50 de los 650 diputados de los Comunes han anunciado que no optarán a reelección en los próximos comicios generales, entre ellos dieciocho mujeres, muchas de las cuales han citado las intimidaciones que han recibido como el principal motivo para poner fin a su carrera política.
Entre el resto de candidatos que optaban a la presidencia de la cámara baja británica partía entre las favoritas la también laborista Harriet Harman, la diputada en activo que más tiempo ha servido en el Parlamento. Harman, de 69 años, subrayó al defender su candidatura que en cerca de seiscientos años de historia solo ha habido una mujer en la presidencia de los Comunes, Betty Boothroyd, entre 1992 y 2000.
El último de los presidentes ha sido Bercow, que ha cobrado un inusual protagonismo en los medios de comunicación tanto por la teatralidad con la que moderaba los debates como por el peso que han tenido sus decisiones en el intrincado proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La oposición ha alabado con frecuencia su disposición para incrementar las atribuciones de los diputados que no pertenecen al Gobierno, mientras que los parlamentarios cercanos a los últimos ejecutivos conservadores le han acusado de flexibilizar las reglas en exceso en ese sentido.
Entre otras funciones, el presidente de la cámara elige antes de cada debate las enmiendas que se someterán a votación. En ocasiones, su decisión ha llevado a algunos diputados a acusarle de ser parcial en favor de aquellas iniciativas que podían frenar un 'brexit' duro.
Hace apenas dos semanas, Bercow irritó una vez más a los 'tories' al impedir que se votara por segunda vez el acuerdo sobre los términos de salida de la Unión Europea que presentaba Johnson, en aplicación de una regla que impide debatir en más de una ocasión el mismo asunto en un curso parlamentario.
También levantó polémica cuando facilitó que diputados externos al Gobierno presentaran proyectos de ley que obligaban a solicitar una prórroga del 'brexit' a Bruselas. Tanto Johnson como la anterior jefa de Gobierno, la también "tory" Theresa May, vieron cómo Bercow permitía que diputados de la oposición y conservadores críticos con el Ejecutivo tramitaran piezas legislativas para evitar una salida sin acuerdo de la UE.
El Parlamento en casa
El nuevo 'speaker' del Parlamento también tiene un carácter un tanto pintoresco.
Hoyle se lleva el Parlamento a casa porque todas sus mascotas tienen nombre de políticos. Por ejemplo, su loro se llama Boris por lalocuacidad del primer ministro británico, dice.
También tiene un perro llamado Gordon porque le recordaba al ex primer ministro Gordon Brown y una tortuga llamada Maggie por Margart Tatcher.