Estados Unidos
Julissa Reynoso, de 46 años, es jefa de gabinete de la primera dama de Estados Unidos y mano derecha de Joe Biden. Es la primera mujer que afrontaría el cargo en la historia del país.
Abogada de prestigio, natural dominicana, jefa de gabinete de la primera dama de los Estados Unidos y mano derecha de Joe Biden. Julissa Reinoso tiene más de 10 años de experiencia en la política, desde que entró en la Casa Blanca para participar en la campaña de la exsenadora Hillary Clinton. Su excelente carrera política y su fiel lucha por los avances de migración y experiencia en asuntos europeos han sido solo algunos de los aspectos por los que el presidente de los Estados Unidos ha decidido proponerla como próxima embajadora en España.
Cuando los demócratas confiaron en esta prestigiosa abogada, su carrera en la política despegó y siguió avanzando hasta que en 2012, Barack Obama, la nombró embajadora extraordinaria en Uruguay. Durante su mandato, también desempeñó el cargo de secretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del hemisferio occidental.
Gran defensora de las cuestiones sociales
El Senado aún debe aprobar el anuncio de la Casa Blanca pero visto el empeño del Presidente y las características de Reinoso, es más que probable que el próximo destino de la dominicana sea Madrid.
El currículum que acompaña a la que podría ser la próxima embajadora de los Estados Unidos en España y en Andorra muestra una gran dedicación al derecho internacional, en el que es experta.
Formada por las Universidades de Cambridge, en el Reino Unido, y en las estadounidenses de Yale y Colombia, Reinoso ha estado muy involucrada en cuestiones de inmigración durante toda su carrera política y, de hecho, el pasado mes de marzo formo parte de la delegación del gobierno de Biden que visitó la zona fronteriza en el estado de Texas y un centro de detención para menores inmigrantes.
Gran defensora de las cuestiones sociales, la dominicana que emigró a los Estados Unidos con tan solo siete años también enfoca sus discursos en la necesidad de avanzar hacia la 'tolerancia cero' por la violencia contra las mujeres y en la necesidad de promover ese principio a nivel internacional, algo que podría traerse a la embajada de Madrid en los próximos meses.