Suiza
Ya hay varios detenidos que podrían enfrentarse a penas de cárcel.
La 'capsula del suicidio' está creando un gran revuelo en Suiza. Este invento, creado por un médico australiano, se ha usado por primera vez en el país europeo para realizar un suicidio asistido.
El suicidio asistido está permitido en Suiza siempre que esté supervisado por un médico, pero este no es el caso. Ningún médico estaba presente. Por ello, ya hay varios detenidos que podrían enfrentarse a penas de cárcel.
El nombre de esta cápsula es 'Sarco', la abreviatura de sarcófago. Y funciona de la siguiente manera. El usuario se mete dentro, dice 'hola' o teclea su contraseña, pulsa el botón, y empieza el proceso.
La persona fallece siempre en un paisaje idílico, como una playa o un bosque. Fiona Stewart, portavoz de 'The Last Resort', una de las organizaciones suizas que defienden el suicidio asistido, explica cómo es esa cápsula: "Tiene una gran ventana para que la gente pueda contemplar la belleza que le rodea. Pero el diseñador también quiso darle un sentido de viaje hacia un nuevo destino".
Un viaje que dura entre cinco y diez minutos. El oxígeno va siendo reemplazado por nitrógeno y el ocupante experimenta, según los promotores de 'Sarco', una muerte dulce. "Empiezan a sentirse desorientados, descoordinados y ligeramente eufóricos antes de perder la conciencia", asegura Philip Nitschke, el creador de la cápsula.
"Caes en un sueño eterno. Creo que es como quedarse dormido de noche en tu cama cuando estás persiguiendo tus sueños", coincide Florian Willet, copresidente de 'The Last Resort'.
Los defensores de la 'cápsula del suicidio' argumentan que es una alternativa positiva ya que no depende de medicamentos ni de médicos, y que amplía el acceso a la eutanasia, puesto que el dispositivo portátil puede imprimirse en 3D y ensamblarse en casa.
Pero las autoridades no están de acuerdo. En Suiza el suicidio asistido es legal desde 1942, pero no está permitido la utilización de nitrógeno para ello. El primer uso de 'Sacro' habría ocurrido el lunes en una cabaña forestal de Merishausen, una zona poco poblada de Suiza en la frontera con Alemania. Los arrestos se habrían llevado a cabo bajo la sospecha de incitar, ayudar e instigar al suicidio y los detenidos les podrían caer hasta cinco años de cárcel
La ministra de Salud del país, Elisabeth Baume-Schneider, insistió en el Parlamento de el uso de 'Sacro' en ningún caso sería legal. "Por un lado, no cumple con las exigencias de la ley de seguridad de los productos y, como tal, no debe ponerse en circulación", especificó. "Por otro lado, el uso correspondiente de nitrógeno no es compatible con el artículo sobre el propósito de la ley de sustancias químicas", zanjó.
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