ESTADOS UNIDOS
A primera hora del miércoles un joven afroamericano saltó sin apenas complicaciones la valla del puente de Manhattan dispuesto a saltar al vacío.
La policía acudió al lugar de los acontecimientos tras varias llamadas de emergencia.
Después de continuos intentos frustados por que el joven cesase en su intento de acabar con su vida entró en escena, amarrado a un arnés, el héroe de la historia, el oficial Conor Farrell.
El muchacho, convencido de que "no le importaba a nadie" cambió de opinión cuando Farrell le hizo ver que tanta policía estaba allí porque la gente se preocupaba por él y querían salvar su vida.
Finalmente, aprovechando el despiste del joven, lo redujeron hasta poder llevarle de vuelta a un lugar seguro.