Coronavirus
El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en tan solo diez días para combatir el brote de coronavirus y que entrará hoy en funcionamiento, se ha convertido en paradigma del "milagro chino", a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
Con él se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado al menos 361 muertos y 17.205 infectados diagnosticados en China hasta el momento, la mayoría de ellos en la provincia de Hubei, donde se detectó el brote.
Se prevé que esta semana entre en funcionamiento el otro "hospital exprés", Leishenshan, con 1.300 camas. Ambos tratarán de contener la expansión del brote en su epicentro, la ciudad de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el mismo día 23 de enero en que se iniciaron las obras en Huoshenshan.
Han logrado levantar el macrohospital que ocupa una superficie de cinco veces el Estadio Santiago Bernabeu en tiempo récord y este lunes entran ya, de urgencia, los primeros pacientes.
1.400 expertos sanitarios militares se comportarán como un ejército médico en una emergencia. El hospital ha sido construido con estructuras metálicas prefabricadas que se unen con tornillos, uniendo módulos que vienen ya montados con sus ventanas y sus instalaciones. Esta técnica ya se utilizó en los años 60 y 70 para refundar Europa después de la Segunda Guerra Mundial.