UNAS NORMAS MUY ESTRICTAS

Así es el estricto protocolo británico que deben seguir los miembros de la Familia Real

Tres meses después de su boda con el príncipe Harry, todos los focos están puestos sobre Meghan Markle. Su imagen y sus gestos se revisan con lupa y por eso tiene asesores que la ayudan a adaptarse al estricto protocolo de los Windsor.

Todo está medido, todo está controlado y apenas hay lugar para la espontaneidad en Buckingham Palace. La costumbre se convierte en norma, sobre todo si lo ordena la Reina de Inglaterra. Por eso, los nuevos miembros de la familia real tienen que pasar por un complicado proceso de aprendizaje.

Los miembros de la realeza no pueden quitarse ni ponerse ropa en público, ni siquiera una chaqueta. Es indecoroso hacerlo cuando todo el mundo te está mirando. Por eso, Kate Middleton usa abrigos ligeros que casi siempre hacen juego con el color de sus zapatos.

Para las actividades de día, tienen que usar zapatos cerrados, los abiertos únicamente son permitidos en la alfombra roja. A parte de sus anillos matrimoniales y joyas religiosas, las duquesas no deben usar diamantes hasta las 6 de la tarde para evitar dar imagen de ostentación. Zafiros, rubies o perlas, están permitidos.

Todas las mujeres de la Casa Real deben usar pantys cuando están trabajando, es algo formal y la formalidad es primordial para la monarca británica.

Se acabó el posar con el vestido de firma si no lo han comprado antes: en la Casa Real no se admiten los regalos. Todo se paga.

El reglamento es tan complejo que las esposas de los príncipes Harry y William, tienen cada una su propio 'equipo de asesores'. Sin ellos, la corona británica no sería lo que es.

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