Invasión rusa de Ucrania
De todos los refugiados que huyen de Ucrania, hay quienes no comprenden nada: los niños. Una madre explica que su hijo, ucraniano que sabe hablar ruso, "no entiende por qué le quieren matar".
Los efectos adversos de la guerra en Ucrania van mucho más allá del número de muertos en el conflicto o de un posible cambio de régimen en el país. Ucrania ha visto cómo 1,7 millones de personas han huido del país, en lo que es considerado el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial, y muchos se dirigen a naciones colindantes en busca de un refugio.
No obstante, también hay países que, sin tener frontera con Ucrania, están recogiendo a los refugiados que huyen del país. Es el caso de España, donde numerosas autonomías se han puesto a disposición del Gobierno para poder acoger a algunos ciudadanos que buscan un lugar en el que refugiarse, al menos temporalmente, y encontrando en nuestro país uno de ellos.
Quienes peor lo están pasando en la huida de la guerra son los niños. Artur, un niño recién llegado a España, dice que "es mejor que en Ucrania. Aquí está más tranquilo". El ruido de los bombardeos ha sido un suplicio para ellos. Y este niño no es el único que lo pasa mal. De hecho, hay quienes ni tan siquiera entienden el por qué les atacan.
Los niños que sufren sin saberlo
Daniela llegó con su hijo en calidad de refugiada a España. Ahora, vive con su hijo, y explica que el pequeño, de muy pocos años de edad, no comprende el motivo por el cual han tenido que irse de su país. Asegura que su hijo "no entiende por qué le quieren matar", y que esta situación le está afectando mucho, algo que le ocurre a muchos niños.
Desde las instituciones gubernamentales, se ha advertido de que millones de niños van a pagar los platos rotos por lo que está ocurriendo en Ucrania, puesto que son la parte más vulnerable del conflicto. En Ucrania, antes de la invasión, vivían cerca de 7,5 millones de niños, de los cuales se estima que al menos medio millón ya se ha marchado del país.