Guerra Ucrania Rusia
Algunos son amigos íntimos de Vladimir Putin. La comunidad internacional busca asfixiar sus fortunas para que dejen de apoyar al presidente ruso
La guerra entre Rusia y Ucrania se libra a varios niveles y uno de los más importantes, hasta el momento, es el económico, toda vez que Occidente se resiste a enviar tropas (que no armamento) a suelo ucraniano y ha optado por asfixiar el Gobierno de Vladimir Putin a través de las sanciones económicas.
La principal medida -o al menos la más mediática- tomada en este sentido es la expulsión de ciertos bancos rusos del sistema de información bancaria SWIFT; pero no es esa sanción la que más va afectar a la economía rusa, sino la prohibición al Banco Central de Rusia del uso de sus reserva internacionales, algo que en última instancia podría derivar en la quiebra económica del país.
Sanciones a los principales oligarcas rusos
Estos movimientos han provocado que el valor del rublo se desplome y que millones de rusos acudan en masa a sus bancos para retirar sus ahorros, lo que puede causar que un gran parte de la población civil se ponga en contra de Putin no solo por una cuestión moral sino, también, por otra mucho más tangible: el dinero.
La comunidad internacional quiere provocar el mismo efecto en los principales oligarcas rusos, por eso las sanciones al régimen de Putin incluyen medidas económicas contra ellos.
Los principales afectados (y también los más ricos) son Gennady Timchenko, Igor Rotenberg, Boris Rotenberg y Mijail Fridman. Sus bienes en Europa serán congelados y, además, no podrá viajar a países de la Unión Europea.
Unas fortunas que representan el 85% del PIB
La comunidad internacional quiere ahogar económicamente a éstos y otros oligarcas rusos, cuyas fortunas suponen alrededor del 85% del PIB del país, para que acaben retirando el apoyo a Putin. De ahí que persigan su dinero, sus yates y sus mansiones con el objetivo de minar sus patrimonios.
"A Putin lo sostiene hoy en día un capitalismo mafioso", explica Ruth Ferrero-Turrión, profesora de Ciencia Política en la UCM, sobre el peso de los oligarcas en la economía rusa. Turrión añade, con respecto a la fortuna del propio Putin que es difícil saber a cuánto asciende teniendo en cuenta la cantidad "de sociedades opacas" en las que lo tiene repartido.
Abramovich cede el control del Chelsea
El más conocido de ellos, al menos en Occidente, Roman Abramovich, todavía no se ha visto afectado por estas sanciones pero, de manera preventiva, ha anunciado que cederá el control de su equipo de fútbol, el Chelsea, a los administradores del club. Ucrania, en paralelo, ha pedido a Abramovich que medie en las negociaciones de paz.
En cualquier caso, la fundación del Chelsea aún no se ha hecho cargo del club por complicaciones legales, según publica hoy Efe. Los dirigentes de la fundación tienen dudas sobre si es compatible dirigir una asociación caritativa en el Reino Unido al mismo tiempo que un equipo de fútbol, como sería el caso si asumen el mando del Chelsea.