Muerte Isabel II
La BBC cadena principal de noticias del Reino Unido canceló toda su programación y rindió homenaje a la corona inglesa en directo.
Durante el día de ayer el mundo se paralizó por un momento. La reina Isabel II fallecía en la tarde del 8 de septiembre, y cuando desde el palacio de Buckingham anunciaban la ya esperada noticia, los medios de comunicación de todo el mundo se volcaban en el luto a Isabel II.
Tras conocerse el delicado estado de salud de la monarca a lo largo del día de ayer, los medios comenzaron a emitir de manera continuada la última hora de su proceso. Y al conocerse la noticia de que su familia volaba hacia el castillo de Balmoral, - lugar donde la reina se encontraba-, los peores temores se preveían.
En la cadena BBC, fueron más allá y cancelaron de inmediato toda la programación. Y además comenzaron una emisión en directo que siguió cada nueva información que se conocía sobre el estado de salud de la reina.
La monarquía inglesa nunca se había pronunciado de manera tan directa sobre la salud de la reina, algo que llamó la atención de los medios del país, y que los puso alerta para que se suspendiese la programación habitual. De este modo todo el formato de emisión se cambió, y el presentador más reconocido del país Huw Edwards,anunció horas después la muerta de la reina Isabel II, con sobriedad, rostro serio, mucha solemnidad y vestido de negro.
El periodista pronunció en directo "hace unos momentos, el Palacio de Buckingham ha confirmado la muerte de la reina Isabel II". Edwards, también explicó el procedimiento que se tendría que llevar acabo tras su fallecimiento, y comentó, leyendo parte del comunicado de la familia real, que la monarca había fallecido "en paz" y que este jueves iba a permanecer en Balmoral para ser trasladada hacia Londres este viernes.
Entonces la BBC pasa una imagen a fondo negro en honor a la corona, y en él, el escudo real del monarca británico y la frase ‘Dieu et mon droit’ , la cual ha sido utilizada como el lema de la monarquía de Reino Unido desde que lo adoptara Enrique V a principios del siglo XV.