ASÍ LO VIVIMOS
La tesis oficial ha sido puesta en duda por muchos investigadores que no han creído que un asesinato de este tipo fuera ideado y perpetrado solo por un hombre. Por cierto, el único declarado culpable como autor de los disparos, Harvey Oswald, era también asesinado tan solo dos días más tarde de su detención.
Ahora, los dudosos, investigadores, amantes de la historia y curiosos pueden revisar las teorías oficiales y las informaciones manejadas en torno a este hecho que cambió la historia de Estados Unidos. Todo gracias a la desclasificación de varios archivos comprometidos. El pasado mes de octubre el actual presidente estadounidense, Donald Trump, autorizaba la desclasificación de 2.891 documentos sobre el caso.
La autoría del magnicidio de JFK cayó sobre Oswald, un ex marine fichado por los servicios de inteligencia por haber vivido en la Unión Soviética en plena Guerra Fría. En principio fue detenido por el asesinato de uno de los policías que se desplegaron por toda Dallas para detener al agresor del presidente. En todo momento negó ser el responsable de los hechos. Dos días más tarde, durante su traslado a prisión, era asesinado a tiros por un hombre llamado Jack Ruby. Supuestamente quería vengar la muerte de Kennedy. Esta versión ha generado durante décadas la aparición de varias teorías conspirativas en todo el mundo.
Por el momento, alguno de los 2.891 documentos desclasificados habría corroborado la relación de Oswald con un agente del KGB meses antes del asesinato o una llamada que alertó a un periodista británico sobre “una gran noticia en EEUU” tan solo 25 minutos antes de que ocurrieran los hechos.
Aún así unos 300 documentos siguen bloqueados para ser sometidos a revisión a petición del FBI y la CIA. Supuestamente se trataría de la información más sensible y comprometida para la seguridad nacional.