EN CANNES
Al menos 10 mujeres han sido detenidas por las autoridades francesas en la ciudad costera de Cannes por llevar puesto el polémico 'burkini' a la playa en las últimas tres semanas, desde que el Ayuntamiento de la localidad prohibió de forma temporal su uso.
Según una portavoz del Ayuntamiento de Cannes, de las 10 detenidas, seis decidieron abandonar la playa, mientras que las otras cuatro optaron por pagar la multa de 38 euros.
La Policía no tiene autoridad para obligar a nadie a abandonar la playa por llevar puesto un 'burkini', y una misma persona sólo puede ser multada una vez al día por ese motivo. La prohibición terminará el próximo 31 de agosto.
"Después de los ataques, la atmósfera está muy tensa, y el 'burkini' es una provocación que puede llegar a alterar el orden público, por lo que decidimos aplicar esta medida", ha declarado la portavoz del equipo municipal.
Los alcaldes de las localidades de Le-Touquet y Oye-Plage, en la costa atlántica, y de Leucate, situada de cara al Mediterráneo, han anunciado que también planean prohibir el 'burkini'.
Según aquellos que apoyan la medida, el 'burkini' desafía la Constitución francesa, que establece que Francia es un estado laico. Cannes, junto con las localidades de Villenueve-Loubet y Sisco, en la isla de Córcega, han decidido prohibir el uso de la controvertida prenda de baño.
El alcalde de Le Touquet, Daniel Fasquelle, ha declarado que aunque no ha visto ningún 'burkini' en sus playas, ha prohibido su uso para mandar un mensaje: que "aquellas personas que lleven ese tipo de traje de baño no son bienvenidas aquí".
Por otro lado, en Italia, el ministro de Interior ha aclarado que en su país no se prohibirá el 'burkini', una medida que ha calificado de "contraproducente". En una entrevista al 'Corriere della Sera', ha dicho que la mejor forma de luchar contra la militancia islamista es expulsando a los radicales.
La medida ha encendido un debate entre las distintas comunidades. Varios grupos musulmanes han calificado la prohibición de inconstitucional y han asegurado que incita a la islamofobia, además de resultar discriminatoria para las mujeres musulmanas.
El Colectivo Contra la Islamofobia en Francia (CCIF) presentó la semana pasada una denuncia frente al Consejo de Estado, la mayor autoridad administrativa del país. Se espera que el Consejo de Estado publique una resolución sobre la legalidad del 'burkini' en los próximos días.
En una entrevista con el diario 'La Provence', el primer ministro francés, Manuel Valls, ha mostrado su apoyo a las medidas impuestas por estos ayuntamientos, pero ha aclarado que no existe necesidad alguna de prohibir el uso del 'burkini' a nivel nacional.
La ministra socialista para los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, también ha defendido la medida: "El 'burkini' no es un nuevo modelo de bañadores, es la versión de playa del burka y sigue la misma lógica: tapar el cuerpo de las mujeres para poder controlarlas".
El líder del Observatorio Nacional contra la Islamofobia, Abdalá Zekri, ha declarado en la cadena de televisión BFM que algunos políticos franceses están utilizando el debate sobre el 'burkini' para estigmatizar el islam. "Es terrible ver cómo el primer ministro aviva el fuego en vez de apagarlo de una vez por todas", ha dicho.
Los numerosos atentados que han perpetrado terroristas islamistas en los últimos meses han hecho mella en la actitud de los franceses.