ENCONTRADO UN AÑO DESPUÉS
El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad, reconoció que el Gobierno no tiene medios para reflotar el submarino ARA San Juan, localizado esta madrugada en el fondo del Atlántico tras un año desaparecido, y adelantó que los próximos pasos son recabar toda la información y estudiar qué hacer.
"Yo diría que no. Que no tenemos medios. No teníamos ni los medios para bajar al mar. Tampoco tenemos ROV (vehículos de inspección remota) para bajar a esas profundidades. Ni tenemos equipamiento para extraer un buque de estas características", señaló Aguad en una rueda de prensa en Buenos Aires.
Por su parte, el jefe de la Armada, José Luis Villán, afirmó que para sacar el aparato, como reclaman los familiares de los 44 tripulantes, hay dos límites: el legal, ya que la jueza que investiga lo que ocurrió al ARA San Juan debe determinar en qué momento se podrían remover los restos, y el otro es un límite técnico.
Los familiares piden que se reflote el buque
Los familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, localizado en el Atlántico tras más de un año desaparecido, piden que sea reflotado y saber la verdad de lo que le ocurrió.
En declaraciones a la prensa en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, donde el sumergible tenía su base, Juan Aramayo, padre de uno de los marineros, aseguró que la intención de los familiares es que se saquen del océano los restos del aparato "para ver qué es lo que hay dentro". "Los familiares queremos el reflote, saber la verdad, por qué pasó lo que pasó", remarcó el hombre a las puertas del hotel donde se congregan multitud de los seres queridos de los tripulantes, ya que muchos de ellos llegaron en los últimos días a Mar del Plata para conmemorar, el jueves pasado, el primer aniversario de la desaparición
Consultado por si creen que es casualidad que la empresa estadounidense encargada de la búsqueda, Ocean Infinity, haya encontrado el buque poco después de la efeméride y cuando estaba a punto de abandonar el operativo, Aramayo fue tajante. "No sé si es casualidad o ya lo sabían. Nosotros tenemos la sensación de que el Gobierno lo sabía y nos venían ocultando", subrayó, convencido de que ahora hay que esperar "la verdad y la justicia". "Que encuentren a los culpables que iniciaron esta tremenda tragedia", enfatizó.
Los familiares tienen previsto escuchar el parte oficial de boca de autoridades de la Armada, cuerpo que durante la madrugada del sábado informó del hallazgo del ARA San Juan a 800 metros de profundidad y a unos 600 kilómetros de la costa.
También se espera que les muestran las imágenes captadas por los robot de la empresa, cuyos profesionales estuvieron acompañados a bordo del barco de la expedición y durante los dos meses que han tardado en dar con el lugar exacto por varios familiares de los marineros. "Nosotros teníamos otra esperanza e ilusión, pero vamos a aceptar lo que venga", destacó el padre de Hugo, que recordó el malestar de los familiares con el Gobierno, a quien desde que se perdió la comunicación con el submarino, el 15 de noviembre de 2017, recriminan su actitud con respecto a la búsqueda y el modo de dar la información.
Por el momento, se desconoce la situación en la que se encuentran los restos del sumergible y si será posible rescatarlo dada la zona en la que se encuentra el submarino: un cañadón entre dos "lomas" submarinas de muy difícil acceso.
En el acto oficial de recuerdo de los 44 del San Juan, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, destacó el jueves el "compromiso absoluto e innegociable" del Gobierno con la "búsqueda de la verdad" de lo que lo ocurrió al submarino y aseguró que no se iba a abandonar la búsqueda. En ese discurso, fuertemente criticado por los familiares, el mandatario adelantó la idea de que próximamente se coloque en el mar una bandera argentina, algo que algunos allegados a los tripulantes han considerado como una prueba de que el Ejecutivo ya tenía conocimiento de dónde estaba el submarino.
El submarino se partió en varias partes
La Armada Argentina confirmó que el submarino ARA San Juan se partió en varias partes en un área de 80 por 100 metros, según el informe realizado por la compañía encargada de la búsqueda.
"La ubicación exacta es muy próxima a la ubicación del informe de la anomalía hidroacústica (consistente en una explosión detectada por agencias internacionales en 2017), el área donde habíamos asignado un 90% de probabilidades que estuviese. Todas las marinas buscaron en ese área", reconoció José Luis Villán, el comandante de la Armada, en una rueda de prensa en Buenos Aires.
Acompañado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, entre otras autoridades, Villán concretó que el submarino fue hallado a 907 metros de profundidad. Según las imágenes obtenidas por el robot sumergido por la empresa Ocean Infinity -contratada por el Gobierno para realizar la búsqueda, que duró dos meses-, el área de escombros es de 80 por 100 metros.
"Esto sugiere, falta la certeza, que podría haber implosionado, colapsado muy cerca del fondo. Porque el desprendimiento de escombros es muy acotado en el área", detalló por su parte el capitán Enrique Balbi.
En concreto, se detectó una "sección mayor", que es el casco resistente, la parte habitable del submarino, que mide de 25 a 30 metros, y otras tres partes del buque en menores dimensiones y formas que coinciden con la sección de proa, popa y la vela.
"Todo el casco resistente, si bien está en una misma unidad, no está partido. Está en una sola pieza, pero sí deformado y abollado hacia el interior, producto de la presión externa de la columna hidroestática. Lo que hace la presión externa del mar es abollar hacia adentro el casco", agregó Balbi.