Crimen organizado
El joven había sido contratado para quemar la casa de otro criminal en Marsella. El número de homicidios vinculados al tráfico de drogas se eleva a 17 desde principios de año.
"Salvajada sin precedentes", así ha calificado el fiscal de Marsella, en el sur de Francia, Nicolas Bessone, el asesinato de un adolescente de 15 años que fue "apuñalado 50 veces" y "quemado vivo".
El crimen está presuntamente relacionado con el tráfico de drogas y con otro homicidio cometido el viernes, en el que fue asesinado un hombre de 36 años.
Al parecer, el joven había sido contactado a través de internet por un joven de 23 años que se encuentra preso en la cárcel de Luynes, cerca de Aix-en-Provence.
Este hombre le ofrecía 2.000 euros por prenderle fuego a la puerta de un apartamento en el que vivía miembros de una banda rival. Sin embargo, el adolescente fue localizado por una banda al pie del edificio y, cuando se dieron cuenta de que llevaba una pistola, le asestaron varias puñaladas antes de prender fuego a su cuerpo.
Ante esto, el preso decidió contratar a otro menor de 15 años para que vengara la muerte del otro joven por 50.000 euros. El adolescente salió para cumplir su misión en un VTC y pidió al conductor que le esperara. Pero el conductor se negó, lo que enfureció al menor, que le disparó en la cabeza con la pistola Magnum 357 que llevaba armada.
Con estos dos últimos casos, el número de homicidios vinculados al tráfico de drogas, se eleva a 17 desde principios de año.
Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia, ha enfrentado durante años problemas serios con el crimen y el narcotráfico. Estos problemas están profundamente arraigados y afectan varios aspectos de la vida en la ciudad.
En 2023, la ciudad vivió una ola de homicidios relacionados con el narcotráfico, con decenas de personas asesinadas en tiroteos y ataques violentos, muchos de ellos perpetrados con armas de fuego automáticas. El uso de armas de fuego se ha convertido en algo común en estos ajustes de cuentas, lo que ha aumentado la percepción de inseguridad en la ciudad.
La ubicación del puerto y su tamaño hacen de Marsella un punto estratégico para el contrabando de drogas. Las autoridades locales y nacionales se enfrentan a enormes desafíos para controlar el tráfico de drogas en esta zona.
Además del papel de Marsella como centro de distribución, la ciudad tiene un mercado local importante de consumo de drogas. Esto alimenta la actividad de las bandas, ya que buscan mantener su control sobre la venta de estupefacientes en la ciudad.
Los problemas de narcotráfico y violencia han tenido un impacto significativo en la calidad de vida de los residentes de Marsella, especialmente en las áreas más afectadas. La inseguridad, el miedo a la violencia y la falta de confianza en las autoridades han generado una atmósfera de tensión en algunos sectores de la ciudad.
En los últimos años, el gobierno francés ha tratado de intensificar las operaciones contra el narcotráfico en Marsella. Se han incrementado las redadas policiales, el número de efectivos desplegados y las medidas de seguridad, pero el problema sigue siendo difícil de erradicar por completo.
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