Invasión rusa de Ucrania
Son muchas las muestras de solidaridad con los refugiados que llegan procedentes de Ucrania. Repasamos algunos de esos momentos tan emotivos que se están viviendo estos días en Europa.
Cuando comenzó la guerra en Ucrania, se temió algo que finalmente está sucediendo: la posibilidad de que hubiera una nueva crisis de refugiados en Europa. Una nueva crisis de refugiados, siete años después de la que hubo en 2015, cuando miles de personas comenzaron un éxodo al tratar de huir de Siria, donde la guerra estaba alcanzando niveles extremos.
La diferencia está en que, con la guerra de Siria se tardaron cuatro años en que dicha crisis llegara desde el comienzo de la guerra, mientras en el caso de Ucrania solo ha hecho falta una semana. Y, en esa semana, las muestras de solidaridad en Europa no han hecho más que crecer con el paso de los días, con España siendo uno de los pioneros.
En nuestro país, la recogida de alimentos sigue creciendo sucesivamente y el apoyo con todo tipo de material es cada vez mayor, bien sea por medio de alimentos, utensilios sanitarios, etc. Más allá de nuestras fronteras, también hay grandes muestras de solidaridad, que detallamos con más exactitud a continuación.
Berlín, punto de encuentro
Uno de los lugares donde más muestras de afecto ha habido es Berlín, capital de Alemania. Allí, han sido antiguos refugiados procedentes de países como Afganistán o Siria quienes han dado la bienvenida a los ucranianos que llegan ahora. Quieren que, al igual que cuando ellos llegaron, reciban un trato cordial y cariñoso que les permita sentirse como en casa.
En Eslovaquia, un centro de ayuda improvisado ha permitido que muchos ucranianos puedan permanecer por allí ahora. Hablamos con Yulia, una mujer ucraniana que ha huido allí con sus hijos: "Mi marido se ha quedado en Ucrania". Más de lo mismo en Polonia, donde un centro comercial ha servido como refugio para todos aquellos que necesitan donde descansar y tener un lugar donde quedarse por ahora.
Países como Hungría, Moldavia o Rumanía, donde la Unión Europea abrirá un centro logístico para que numerosas familias puedan quedarse allí, también los acogen con los brazos abiertos. Y, en la frontera de Polonia y Ucrania, se encuentran muchos voluntarios ayudando a quienes llegan huyendo de la guerra, como el chef español José Andrés, que ha vuelto a ponerse a la disposición de los más vulnerables para darles comida.