ESPECIAL 'VENEZUELA AL LÍMITE'

Antena 3 Noticias localiza la nueva licorería en la que trabaja De Juana Chaos

La presencia de etarras acogidos por el régimen chavista es el principal punto de fricción entre España y el Gobierno venezolano. El objetivo del equipo de Teo Ibernón es localizar a Iñaki de Juana Chaos. Unas imágenes le situaban junto a su mujer, Irati Aranzabal, y su hijo en Venezuela. La última pista apunta al norte del país: unas fotografías revelan que el etarra regenta una licorería en Chichiriviche, a 280 kilómetros de Caracas.

Chichiriviche parece un idílico enclave turístico bañado por las aguas del Caribe. La licorería que el equipo de Teo Ibernón lleva anotada está situada muy cerca del Malecón y parece cerrada. Apostados junto a la puerta pero ocultos, los periodistas del reportaje 'Venezuela al límite' esperan hasta que llega un hombre de mediana edad y aspecto europeo. No es De Juana Chaos. Es el dueño, de origen portugués, y revela que le echó tras un duro enfrentamiento con él. Al principio ni él, José, ni su mujer, Milagros, sabían que era miembro de ETA.

Cuentan que alquilaron el negocio a otro vasco afincado en Chichiriviche desde hace décadas y que ese hombre contrató como encargado a De Juana Chaos "porque pobrecito, estaba siendo perseguido y era su amigo", dice Milagros. Se trata de Xavier Arruti, otro etarra que llegó a Venezuela en los años 80. Es el propietario de otro restaurante, La Chalupa, a apenas unos metros de la licorería. También es delegado del partido chavista en el estado de Falcón y tiene un cargo muy bien remunerado en la Compañía Estatal de Petróleo de Venezuela. La televisión oficialista le califica como "refugiado político vasco".

Arruti es el protector de De Juana Chaos: falsifica su identidad bajo el nombre de Víctor Iván Zambrano. Y llegó a amenazar a José y Milagros "con un coche bomba": la pareja vive encima del establecimiento y el etarra les dijo que sus rezos le molestaban. Los enfrentamientos fueron a más, por lo que José decidió grabarlos.

De Juana Chaos sigue en Chichiriviche y, por su amistad con Arruti, está protegido por el Gobierno venezolano, según numerosos testigos, y ha logrado montar otra licorería junto a su mujer; incluso ha ampliado el negocio con una tasca. Está en una calle estrecha. En el mostrador, dos mujeres: una de ellas es Irati. En el País Vasco, estaba vinculada a movimientos relacionados con la defensa de los presos etarras. De Juana no aparece y la presencia del coche de los reporteros alerta a su mujer.

Finalmente, los reporteros deciden entrar. Irati, en ese momento, se esconde marchándose al fondo del establecimiento. "¿Podemos hablar con Iñaki?", le pregunta Teo Ibernón. "No se encuentra", dice una encargada, una frase que repite insistintemente. No da más detalles.

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