EXCLUSIVA
Por primera vez, una cámara de televisión entra en estos campos de coca de la selva colombiana. "Si esto hubiera ocurrido hace un mes, a usted le hubieran secuestrado y a mí me hubieran matado", asegura un trabajador.
Un agricultor vive en una chabola en estos campos cultivando coca que compra las FARC. Gana unos 500 euros por cada kilo, pero la guerrilla lo vende luego cien veces más caro.
Durante más de 50 años, el cultivo y procesamiento de la hoja de coca ha sido la fuente de ingresos de las FARC y de la gente de la región. El problema ahora es erradicar esa forma de vida.