Isabel II
En este tiempo, su hijo Carlos III ha conseguido que el respaldo de los británicos aumente gradualmente hasta alcanzar en la actualidad el 61%. Sin embargo, sus formas al frente de la corona son muy distintas a las de su madre, Isabel II.
Se cumple un año desde que Reino Unido dijera adiós a toda una época. Desde el momento en el que la Reina Isabel II falleciera, su hijo, Carlos III asumía el peso de la corona británica. Llevaba preparándose para ello 70 años.
Durante este tiempo, el Rey Carlos III ha tenido que afrontar los problemas familiares. El mayor de todos ha sido el distanciamiento de su hijo Harry y las malas relaciones con el núcleo familiar. Tanto él como su esposa Meghan decidieron alejarse y romper con todo lo que tuviera que ver con la monarquía para fijar su residencia en EEUU.
Los gestos y actitudes poco amigables del Rey alentaban a todos aquellos que no lo veían con buenos ojos. En eso días se pudo intuir su mal carácter con el gesto al mancharse con una pluma o al pedir que le retiraran un tintero meses atrás.
Ahora, un sondeo de la firma YouGov le da el 61% de apoyo. Demuestra así que poco a poco la aceptación entre los suyos aumenta. Al igual que crece el cariño de los británicos hacia su mujer Camila, la Reina consorte. Atrás queda la imagen de "la más odiada" que se tenía de ella en la década de los 90.
Juntos fueron coronados en una ceremonia multitudinaria el pasado 6 de mayo en la Abadía de Westminster. Desde ese momento, Carlos III se negó a residir en el palacio de Buckingham tal y como marca la tradición, ya que según él no era sostenible económicamente. Siempre ha estado muy vinculado con las causas medioambientales, es por ello su apodo de "el príncipe activista".
Isabel II fue uno de los iconos más importantes de la realeza del país. El reinado de Elizabeth Alexandra Mary Windsor fue desde 1952 hasta 2022. Setenta años a los mandos de Reino Unido, toda una vida dedicada a los suyos, que la despidieron hace un año con los honores que merecía.