RETIENEN A VARIAS MUJERES Y NIÑOS
Durante una hora la policía de Sichuan negoció con los dos traficantes de droga. Los delincuentes pretendían huir del edificio donde se habían atrincherado, usando a un grupo de ocho mujeres y niños como escudos humanos. Ni siquiera respetaron a los bebés.
Los sospechosos ataron a los aterrorizados civiles al cuerpo de uno de ellos y les obligaron a bajar en uno de los ascensores a punta de pistola. Cuando llegaron a la calle la tensión se tradujo en disparos y la policía decidió actuar.
Un agente aprovechó la falta de visión del secuestrador, para reducirlo y
liberar a los rehenes. Poco después era arrestado su compañero. Los detenidos
serán acusados de secuestro y tráfico de drogas. Delitos por los que en China
podrían ser condenados a muerte.