Gran Bretaña
A Romeo no le dieron ni un minuto de vida, debido a su grave enfermedad, pero ahora con cuatro años lucha junto a su madre para poder seguir teniendo la vida de un niño.
Donna Brady, una mujer de 38 años, recibió la peor noticia cuando dio a luz a su hijo Romeo, pues le avisaron de que su pequeño "no vería su primer cumpleaños". Romeo nació con un grave problema cardíaco y por eso le aconsejaron que se "preparara para lo peor". Sin embargo, el pequeño ha desafiado todas las previsiones que desde su primer minuto de vida le dieron. Ahora tiene cuatro años.
Su madre ahora lucha por poder pagar las facturas de los viajes al hospital y de la energía ante la crisis del costo de vida. Mientras tanto, cuenta con el apoyo de organizaciones benéficas para los días especiales.
"Me dijeron que me preparara para lo peor cuando estaba embarazada, así que mientras todos los demás compraban cochecitos, yo estaba comprando ataúdes", señala Brady.
A pesar de poder disfrutar de él tantos años, la madre de Romeo vive las 24 horas del día con los nervios y la ansiedad de que un día despierte y su hijo no siga con ella: "No sé cómo voy a sobrellevar su muerte". Además, le horroriza los costes que tiene un funeral: "Un ataúd es increíblemente caro".
Las necesidades económicas de la familia
'Children's Funeral Fund for England' es una organización que ayuda a pagar los funerales de los menores de 18 años, pero Brady teme que todavía le costará hacer su contribución. Su factura de la luz ha pasado de costar 42 libras al mes (48,15 euros) a casi100 libras (114,63 euros), pero necesita mucha energía para mantener la bomba de alimentación de Romeo y la lavadora funcionando ya que "él vomita mucho".
"El costo de viajar a las citas en el hospital también ha aumentado. Usamos taxis o Uber porque el riesgo de infección es demasiado alto en el transporte público, pero ahora son más caros", añade.
La enfermedad de Romeo
El grave problema cardíaco con el que nació Romeo se trata de un retorno venoso pulmonar anómalo total. Esta enfermedad hace que la sangre rica en oxígeno regrese al lado equivocado de su corazón, mezclándose con sangre y con niveles más bajos de oxígeno. Esto afecta a la cantidad de oxígeno que se puede bombear alrededor de su cuerpo. Además, el pequeño también padece dextrocardia, es decir, que su corazón se encuentra en la parte derecha de su cuerpo, en vez de en la izquierda.
Brady recibe un subsidio de subsistencia por discapacidad para niños, ya que no trabaja al tener que cuidar en todo momento del pequeño. También cuenta con el apoyo de la organización benéfica 'The Rainbow Trust', que para la pareja ha sido un "regalo del cielo", asegura la madre.
La plataforma 'GoFundMe' ha creado un página para recaudar fondos para poder ayudar a Romeo y a su madre.