BUSCA AHORA UNA COALICIÓN PARA GOBERNAR
A las 09.00 hora local (07.00 GMT), Angela Merkel llamó por teléfono al líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, y, al no poder localizarlo, lo intentó dos horas después. No obstante, hasta el viernes, día en que el principal partido de la oposición celebra una convención, no sabrá si puede empezar a negociar con él de cara a formar una "gran coalición" como la que lideró en su primera legislatura como canciller.
Su segunda opción sería una alianza con Los Verdes, quienes hoy se mostraron dispuestos a aceptar una invitación de la ganadora de los comicios para analizar tal posibilidad, aunque también avanzaron que la ven "algo improbable" por las señales que les llegan de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
"Ya hemos logrado mucho, pero no hemos terminado"
Horst Seehofer, presidente del partido hermano de la CDU en Baviera, la Unión Socialcristiana (CSU), se manifestó claramente a favor de una gran coalición y dijo que en su partido no hay "ninguna disposición" a dialogar con Los Verdes. "Tenemos un mandato claro para gobernar y lo asumiremos", dijo Merkel en la rueda de prensa en la que analizó los resultados electorales cosechados el domingo, cuando consiguió el 41,5 % de los votos y 311 diputados, a cinco de la mayoría absoluta.
Buena parte de las preguntas versaron sobre la posibilidad de que decida flexibilizar en esta nueva legislatura su política de austeridad hacia Europa, dudas que despejó al señalar que, desde el punto de vista de su partido, no hay "motivo alguno" para cambiar su gestión. A su juicio, el claro apoyo recibido por los cristianodemócratas demuestra que los alemanes quieren que su Gobierno siga defendiendo sus intereses en Europa y en el mundo, pero que también apuestan por la unidad europea.
"Hemos dejado muy claro que nada va a cambiar en nuestra política europea. Hemos llevado a cabo esta campaña electoral de acuerdo a nuestras convicciones y continuaremos por ese camino", explicó Merkel.
En este contexto, repitió uno de los mensajes de su campaña electoral: Alemania fue hace años "el enfermo de Europa" y puso en marcha las reformas que le han llevado a la actual estabilidad; los socios europeos deben seguir ese camino y la UE saldrá reforzada de la crisis. "Ya hemos logrado mucho, pero no hemos terminado", advirtió Merkel para asegurar que el europeísmo "forma parte de las señas de identidad" de su partido. El SPD, que obtuvo el 25,7 % de los sufragios, no dio pistas sobre si los cambios en la política hacia Europa formarán parte de las líneas rojas del partido en el caso de que se sienten a hablar de una coalición, pero sí alertó de que toda decisión pasa por una negociación sobre "contenidos" y "objetivos".
En una complicada rueda de prensa tras la derrota, el candidato socialdemócrata, Peer Steinbrück, señaló que su formación no tiene "ninguna prisa" en tomar decisiones y recordó que, en el caso de que en la convención del partido se decida hablar con la CDU, habrá "semanas e incluso meses" de negociaciones. "Nosotros no queremos ser las siguientes víctimas de Merkel", aseguró Steinbrück, en alusión a la caída de electorado sufrido por el Partido Liberal (FDP), que se convirtió en socio de Merkel en 2009 con un 14,6 % de los votos y cayó ayer al 4,8 %, quedando fuera del Bundestag (cámara baja).
El presidente de esta formación, Philipp Rösler, vicecanciller y ministro de Economía en esta legislatura, dimitió hoy de su cargo al frente del partido, tras reconocer que la de ayer fue "la tarde más amarga para los liberales de Alemania", presentes en el Parlamento desde los inicios de la República Federal. Rösler asumió "toda la responsabilidad" en una rueda de prensa en el que el partido presentó ya al candidato a sucederle, el hasta ahora vicepresidente, Christian Lindner.
Los Verdes, que perdieron cerca de un millón de votos, también hicieron autocrítica y anunciaron que convocarán un congreso extraordinario para renovar la cúpula de la formación. El partido quedó como cuarta y última fuerza política del Bundestag con el 8,4 % de los sufragios, después de haber logrado hace cuatro años el 10,7 % de los votos y de llegar a presidir uno de los estados federados más conservadores del país, el "Land" de Baden-Württenberg.
Junto a la CDU y su ala bávara de la CSU, el SPD y Los Verdes, en el próximo Bundestag estará también Die Linke, partido que aglutina a excomunistas y disidentes socialdemócratas. A pesar de que también perdió votos, se situó como tercera fuerza parlamentaria con el 8,6 % de los sufragios, pero seguirá aislada al rechazar el SPD cualquier tipo de alianza con ellos.