VETO RUSO
La principal plaza de Amsterdam se ha teñido de rojo en una batalla campal que recuerda a la famosa tomatina española de Buñol.
Pero esto es algo más que una fiesta: es una protesta contra el boicot ruso a los productos agrícolas europeos. Cada participante ha tenido que pagar 15 euros para acceder la recinto y desahogarse lanzando tomates.