FUE ENCARCELADA POR UNA PROTESTA

Amina Sboui, la 'Femen' que asombró al mundo árabe, vuelve a Túnez para crear una revista

Casi tres años después de convertirse en la primera mujer árabe-musulmana en protestar con sus pechos desnudos y ser encarcelada por ello, la tristeza de aquellos meses a la sombra aún se descuelga en la mirada perdida de Amina Sboui.

Amina Sboui ha cambiado. Seria, pausada, sin sonrisa, el "exilio" parisino que se autoimpuso para alejarse de los fanáticos que aún hoy amenazan su vida, ha contribuido a madurar un activismo feminista y libertario que ahora desea ejercer desde el periodismo.

"Regresar no fue una decisión muy difícil porque desde el inicio sabía que regresaría a Túnez después de finalizar los estudios en Francia", explica en su casa del turístico pueblo de Sidi Bou Said. El ocaso se asoma al patio, que domina sobre el Mediterráneo, y Amina fuma compulsiva antes de proseguir su relato y aclarar algunas cuestiones sobre los sucesos de 2013.

"Regresar no fue una decisión muy difícil"

Aquel año se hacía llamar Amina Tayler, militaba en el movimiento feminista "Femen", y saltó a las portadas de la prensa internacional al publicar una foto con su torso desnudo y una leyenda en árabe que decía "mi cuerpo es mío".

La acción supuso un escándalo en todo el mundo árabe musulmán y le granjeó el odio del conocido imán de influencia salafista Adel Almi, quien exigió que fuera condenada a un centenar de latigazos antes de ser lapidada.

La reacción no la amilanó: publicó varias fotos más -una de ellas encendiendo un cigarrillo con un cóctel Molotov- y siguió sacudiendo las conciencias con sus llamadas a un cambio real y profundo.

Convencida de que su país se encaminaba a una dictadura de tinte religioso, en mayo de ese año viajó a Kairauan, cuarta ciudad santa del Islam, para protestar contra el congreso que allí celebrarían los salafistas radicales de Ansar al Sharia.

Realizó una pintada en el muro del cementerio, firmó la acción como Femen y fue encarcelada en la prisión de Messadine, donde permaneció tres meses antes de ser juzgada y condenada por posesión de gas pimienta.

"Trabajo en relanzar una revista femenina y feminista"

Una vez lograda la libertad, viajó a París, donde halló refugio en casa del escritor Michel Sitbon, lejos de los fanáticos y también del movimiento Femen, del que se desligó. "Yo no fui amnistiada. Me sometí a todos los procesos judiciales necesarios hasta conseguir mi libertad y después mi fui a París para finalizar mis estudios", recalca.

"Trabajo en relanzar una revista femenina y feminista. No será una novedad en Túnez, ya que hubo una similar hace mucho tiempo. Una revista que salió en 1958. Ahora será como una reedición", explica. "Espero poder conseguirlo y ayudar con ello a las mujeres a tomar conciencia de sus derechos y de los derechos que aún no han logrado" subraya Amina, que muestra sin pudor sus piernas y brazos desnudos, plagados de tatuajes.

"Creo que a nivel político es necesario que aprendamos aún porque de un golpe somos libres, cuando hace apenas cinco años todo estaba ahogado por el partido único, el pensamiento único y la dictadura presidencialista", afirma Amina, quien contesta "sin duda" cuando le preguntan si volvería a desnudarse en defensa de la libertad.

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