DEMASIADO TARDE PARA NEGOCIAR
Desde que comenzaron los sondeos sobre el 'sí a la independencia', la ventaja de quienes prefieren mantenerse en el Reino Unido ha sido siempre holgada frente a los partidarios de la independencia de Escocia.
En junio incluso se superaron los 20 puntos de diferencia entre unos y otros.
Sin embargo en el mes de agosto la distancia ya se redujo notablemente y ahora la tendencia se ha invertido: los separatistas suman un 51% frente al 49% de los unionistas.
"Diez días para salvar al Reino Unido", es el titular que aparece en muchas portadas de la prensa británica, en alusión al tiempo que queda para el referéndum.
Los periódicos critican que los partidos políticos tengan que ponerse de acuerdo a última hora para salvar la unión.
También aseguran que Isabel II no quiere ser la última reina de Escocia, por lo que todos destacan la ampliación del autogobierno escocés que ha prometido el ejecutivo británico si no hay independencia, y la delicada situación en que queda el primer ministro David Cameron.
A lo largo de esos días, parece que conservadores y laboristas olvidan sus diferencias y se reúnen de urgencia para conseguir que Escocia permanezca en Reino Unido.
Mientras tanto, el ministro de Hacienda británico, George Osborne, ha anunciado el desarrollo en los próximos días de un plan de aumento de la autonomía fiscal para Escocia si fracasa la opción independentista en el próximo referéndum.
"En los próximos días se va a desarrollar un plan de acción que concederá más poderes a Escocia, más margen de maniobra en impuestos, poderes de gasto y de seguridad social que entrarán en vigor en el momento en que se vote 'no' en el referéndum", ha declarado Osborne.
Pero pese a estos esfuerzos de última hora, para los independentistas esta oferta es más bien un soborno que llega tarde, porque miles de personas ya han votado por correo.
Sobre esto, el principal ministro de Escocia, Alex Salmond, ha declarado que "debe pensar que somos tontos. Ahora esperan que creamos que van a poner en marcha un plan". "Les ha entrado el pánico porque están perdiendo", asegura el político.
También el miedo a una Escocia independiente, ha tenido sus consecuencias económicas y los últimos sondeos han hecho temblar la bolsa. La libra ha caído un 1% de su valor, su nivel más bajo en los últimos diez meses.