CONTINUAS FUGAS DE AGUA RADIACTIVA
La autoridad de regulación nuclear de Japón ha elevado a nivel 3, correspondiente a "incidente grave" en la escala de sucesos nucleares internacionales, la radiactividad en Fukushima tras el conocimiento de la fuga de 300 toneladas radiactivas de agua.
El gobernador de la prefectura de Fukushima, Yuhei Sato, ha instado al Gobierno de Japón a tomar la iniciativa en la solución al problema de las continuas fugas de agua radiactiva que se producen desde la central nuclear homónima. En una rueda de prensa, Sato ha considerado que se trata de una "emergencia nacional" por lo que el Gabinete de Shinzo Abe debería adoptar medidas específicas, según ha informado la televisión pública NHK.
El alto cargo del Gobierno de Fukushima Shoji Furuichi se ha reunido esta semana con representantes de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) y les ha trasladado su enérgica queja por lo que considera una situación "intolerable". Las autoridades regionales han reaccionado así a la polémica que se ha desatado después de que TEPCO anunciara ayer que se habían filtrado 300 toneladas de agua radiactiva desde uno de los 26 tanques construidos alrededor del reactor número cuatro de Fukushima-1.
Los operarios de la compañía eléctrica creen que la fuga de agua radiactiva se produjo desde una de las válvulas de los muros que se han construido alrededor de los reactores de Fukushima-1 para contener el vertido contaminante. El mismo día, TEPCO informó de que había detectado en el aire de Fukushima-1 niveles de radiación superiores a los normales y que dos de sus trabajadores habían estado expuestos a ellos mientras esperaban la llegada de un autobús.
En un incidente similar ocurrido hace unos días, los operarios de TEPCO atribuyeron la radiactividad aérea a un humidificador, argumentando que el agua usada podría estar contaminada, pero ahora está en desuso, por lo que se desconoce la causa.
Vertidos conitinuos
El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico. Las autoridades niponas aseveraron que las 700 toneladas restantes no están contaminadas. Aún así, de ellas, 300 consiguen llegar al océano, mientras que las otras 400 se acumulan en los sótanos de los reactores nucleares.
Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha ordenado al Ministerio que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no ha descartado la utilización de fondos públicos. En respuesta, TEPCO inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.
El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear. Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.