Drogas
"Solo 2 miligramos de fentanilo, que equivale a 10-15 granos de sal de mesa, se considera una dosis letal", alerta la Agencia Antidroga estadounidense.
Estados Unidos vive una grave crisis con el consumo de drogas, que afecta también a la población más joven del país. Hace apenas 3 semanas, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) puso el foco sobre una sustancia denominada "fentanilo de colores brillantes" y que los traficantes destinan principalmente a "atacar" la población más joven.
Como especifican, se trata de un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina. De hecho, alertan de que "solo 2 miligramos de fentanilo constituyen una dosis letal". Según las autoridades sanitarias del país, entre febrero de 2021 y el mismo mes de 2022, 109.000 personas han muerto por sobredosis provocadas por fentanilo y otros opioides sintéticos. De ellas, un 66% son fallecidos por la nueva droga.
La DEA, en su último comunicado, ha informado de que han incautado dosis de esta peligrosa droga en 18 estados del país. "Parece ser un nuevo método utilizado por los cárteles de la droga para vender fentanilo altamente adictivo y potencialmente mortal hecho para que parezca un caramelo para niños y jóvenes", alerta esta agencia.
La droga afecta principalmente a personas con edades comprendidas entre 18 y 45 años, aunque esta misma semana se ha un niño de solo 15 años ha muerto por esta causa, según informa la prensa local de San Antonio. Por motivos como estos, la agencia antidroga ha promovido campañas como la 'One pill can kill' ('una pastilla puede matar', en español) para concienciar a los jóvenes de los riesgos.
¿Para qué se usa el fentanilo?
El fentanilo es una droga que se utiliza, siempre bajo control médico, para pacientes con dolores muy intensos que no se pueden aliviar con otros fármacos o que los pacientes presentan graves intolerancias hacia ellos. De manera ilegal, las dosis pueden ser mortales y con receta puede adquirir forma de pastillas, líquidos, polvos o incluso inyectables. No obstante, los narcotraficantes les adhieren otras sustancias altamente peligrosas para hacerlo más barato, adictivo y, también, letal.