Coronavirus
Alemania estudia dar marcha atrás en su decisión de retirar la exigencia de cuarentena ante el regreso de los nacionales que vuelven al país. La incidencia acumulada en el país en una semana se ha disparado, así como el número de contagios. Esta situación podría dar lugar a medidas duras para frenar el avance del coronavirus.
Ni en fin de semana ceden las cifras de contagios y en Alemania ya se asume que la anhelada desescalada va a a tener que esperar. La canciller Merkel ya advirtió el lunes de que si se superaba la incidencia semanal de 100 casos por cada 100.000 habitantes durante varios días consecutivos habría que activar el freno de emergencia. Esto supondrá volver a un confinamiento de facto.
Sin embargo, la resistencia ciudadana va creciendo y algunos líderes regionales empiezan a pedir un cambio de criterio. Mañana, Merkel se reúne con ellos para decidir, entre otras cosas, lo que les espera a los alemanes esta Semana Santa.
Francia
En Francia lo que preocupan son las hospitalizaciones. La presión está ya en los hospitales donde tienen una ocupación récord en camas de cuidados intensivos. Hay más de 4.300 pacientes ingresados y esa es la cifra más alta en lo que llevamos de año. Supera también ya el máximo registrado durante la segunda ola del mes de noviembre.
Esto significa que la presión hospitalaria es enorme y, en el caso de París y de otras áreas del norte, la ocupación de las UCI supera ya el 100%. Se están habilitando nuevas camas, se están cancelando operaciones no urgentes y se sigue evacuando a pacientes, aunque menos de lo esperado porque muchas familias se oponen. El Gobierno confía en este nuevo confinamiento parcial para aliviar la presión, pero la comunidad científica es bastante escéptica.
Brasil
En Brasil no hay apenas restricciones. Allí la ocupación de UCI se está traduciendo en un aumento de las muertes, durante toda la semana se están registrando más de 2.400 fallecimientos diarios. La situación es crítica.
De momento, hay restricciones en el comercio y en la hostelería. También han decretado cierres muy simbólicos, como el de las playas de Río de Janeiro. La intención del Ayuntamiento es dar un mensaje muy claro a los cariocas: es el momento de quedarse en casa.
No obstante, no se descartan medidas mucho más restrictivas. El alcalde de la ciudad ya ha anunciado que mañana lunes tendrá una reunión clave para decidir si decreta definitivamente el confinamiento total de rio de janeiro.