Guerra Rusia- Ucrania
Alemania es muy dependiente del gas ruso, importa más del 50 por ciento. Si Vladimir Putin cierra las tuberías, corre el riesgo de quedarse sin gas el próximo invierno.
Jorge Morales, director de Próxima Energía, ve improbable que Vladimir Putin cierre la llave del gas a Alemania. Necesita venderlo para conseguir divisas y financiar la guerra, que le cuesta más de 1.000 millones de euros al día. Pero también podría cambiar de cliente y vendérselo a China.
Alemania busca nuevos proveedores. "Si no obtenemos más gas en el próximo invierno y se cortan las entregas procedentes de Rusia, no tendremos la cantidad suficiente para calentar todas las casas y hacer funcionar todas las industrias", advierte Robert Habeck, ministro de Economía alemán.
Alemania tiene una extrema debilidad y dependencia del gas ruso. Según Jorge Morales, "no hay posibilidad de sustituir el 50% del gas de un día para otro. Se puede hacer en 10 año pero no en un día". Además Alemania no tiene posibilidad de comprar gas por barco porque no tiene centrales regasificadoras. Podría importarlo a través de Holanda o Italia y que lo inyectaran a la tubería que abastece al país germano.
En un intento desesperado por reducir la dependencia del gas ruso, Alemania ha encontrado en Qatar la solución. Ha suscrito un importante acuerdo de suministro de hidrocarburos . Un respiro para comenzar a desligarse de la dependencia de Rusia.
En España no es probable un corte de gas
En España no es probable un corte de gas pero sí en el norte de Europa, sobre todo en Alemania y Austria. Estados Unidos es el país más beneficiado de esta crisis, por encima de Rusia. Ha aumentado sus exportaciones a Europa y ahora se ha convertido en el principal proveedor. En el último mes ha dado el sorpasso y es nuestro mayor proveedor. Argelia ha exportado a España el 23% y Estados Unidos el 30%.
España es el país más diversificado para importar gas. Hay 6 puertos con capacidad de regasificar el gas que viene en barco. Ningún país de Europa tiene tantas regasificadoras como España. No habrá problema de suministro pero sí de precio. Pagamos una factura cinco veces superior.
Según Jorge Morales, la gente no lo ve porque el gobierno ha limitado artificialmente la subida del gas. Pero cuando aflore vamos a ver precios cinco veces superiores. Una factura del gas doméstica de 200 euros al mes, se dispara hasta los 1.000 euros.