"TENEMOS QUE PROTEGERNOS A NOSOTROS MISMOS"
El Gobierno de Alemania ha iniciado planes para ampliar sus actividades de contrainteligencia de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, por sus siglas en alemán), a raíz del escándalo de la interceptación de las comunicaciones de la canciller Angela Merkel por parte de un equipo de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) asentada en Berlín.
Según ha informado un semanario germano, el Gobierno alemán pretende observar las actividades de las agencias de Inteligencia occidentales a través de sus propios agentes. El plan, iniciado hace nueve meses, contempla una expansión masiva de las "bases de observación" de Inteligencia hacia países aliados como Estados Unidos y Reino Unido.
Entre los aspectos sobre los que la Inteligencia alemana quiere averiguar más datos se encuentran las características técnicas de las sedes de las embajadas, así como los datos sobre los periodistas extranjeros con acreditación diplomática en Alemania.
"Tenemos que poner fin a la discriminación y llevar a todos a un mismo nivel", dijo Clemens Binninger, presidente del Panel de Control Parlamentario. De la misma opinión es el experto en Interior del partido socialdemócrta, Michael Hartmann. "Tenemos que protegernos a nosotros mismos".